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Satelite Kingston, discos ska, historia y un poco de nada

Satelite Kingston, discos ska, historia y un poco de nada

1) Viernes 24 de agosto, Satelite Kingston (Para quien no sepa, una de las mejores bandas ska de la actualidad argentina) toco en un lugar llamado Rojas (tenia un nombre mas largo, pero el apellido del flaco era Rojas) que era un centro de estudios de la UBA. Fui con unos cuantos amigos; los amargos no salieron a bailar, simplemente se quedaron comodos en sus asientos. Pero en fin, muy bueno... tocaron mas o menos una hora, y los que bailamos (lastima que solo nos dejaron hacerlo en el fondo) pudimos disfrutar de muy buenos temas.
Muy bueno, en verdad que valio la pena. Ahora, el primero de septiembre, la banda toca en sarmiento 777 (Fiesta clandestina) asi que estare por ahi, solo o acompañado, pero voy.

2) Estuve haciendo una lista de los discos que, cuando cobre, tengo que ir a comprar. Entre ellos esta el de "Sombrero Club - Todos los días" (ver la fotito). tambien "Manchesta - I Know a Place", Intocables - Babilonia y el nuevo de Cuatro varas: "Me Assordi e gia non capisco piu niente". Asi que, voy a tener que guardar unos pesitos xD

3) Fue gracioso, si me lo permiten, que una amiga me dijera: "Tengo que estudiar sobre la revolucion rusa". y yo, como buen pelotudo que soy, le empece a tirar datos sobre ese tema, y un poco sobre la primera guerra mundial. No hay caso, me gusta demasiado la historia xD.

4) nop.. no hay nada nuevo en literatura, por ahora. Pero si me pongo las pilas y algunos tambien. Puede que haga algo que me guste y pueda ayudar a unos cuantos.

Por ahora.... eso fue todo. Nos vemos!!

PD: Espero volver con el pequeño xD

Es una boludez, pero una boludez que me divirtio mucho. En la foto, yo. Con parte de la hinchada de Tigre atras. Uno de mis tantos dioses xD:

La mancha:
Me acuesto en el sofá que esta en el comedor, mientras tanto ni viejo, por algún capricho que tenía, se pone a barrer el piso. Lo miro con indiferencia; bostezo, pero estoy demasiado cansado para hacer algo. El, pasa la escoba por debajo del sofá, sorpresivamente para los dos, saca toda una cadena montañosa de basura, que no tiene nada que envidiarle a Los Andes. Como es costumbre en mi familia, traslada la basura hasta el rincón del comedor, donde del lado izquierdo comienza las tierras de mi hermana, y del lado derecho las fronteras de la cocina. Tranquilamente y silbando alguna canción de de Frank Zappa, mi viejo, deposita la basura en un rincón. Busca con impaciencia la pala, su celular comienza a llamarlo con desesperación. Encuentra la pala, se arrodilla y sin perder ni un segundo más. Acerca una bolsa y comienza a llenarla de basura. Todo esta limpio, al menos eso es lo que observo, pero noto que mi viejo todavía no se levanto, es mas, todavía sigue manipulando la escoba y la pala, y es así. Una mancha de algo sigue en el piso, desafiante y rebelde a su destino. El celular suena cada vez mas fuerte, y mi viejo que no puedo con la mancha. La raspa con la pala para luego rasparla con la escoba, pero nada de eso funciona. Escucho sus dedos chocar con el piso, pero no funciona. Fricciona sus pies en el lugar donde esta esa bendita mancha, pero solo obtiene una derrota más. Comienza a putear, y esa mierda de celular que no para de sonar, dice ya totalmente fuera de si.  Me mira furioso –Dame una mano, vago de mierda- Dice ante mi postura de tranquilidad y comodidad –que tengo que atender el celular, antes que lo tire por la ventana.
Mi viejo ahora si pudo recoger la mancha y atender el celular.
Me levanto y voy hacia la bolsa de basura, miro a la mancha con lastima –Era buena idea para un cuento “La mancha desobediente”- Le digo resignado -Pero no tengo ganas de soportar a mi viejo molesto- Ato la bolsa de basura y me la voy llevando para afuera.

Desaparecido

Un día rompí un plato. Entonces mamá dejo de hacer las cosas que estaba haciendo con su novio (Dibujaban papeles con la cara de un hombre barbudo) y me reto como pocas veces. Entro a mí cuarto y se llevo una de mis mejores muñecas, la que más quería. Pegue mí cara a su pierna, mientras las lagrimas se me mezclaban con los mocos, le pedía por favor que me devolviera a Lulú. Ella dijo que no podía, Lulú  desapareció. Corrí a mi cama, llore y patalee, hasta quedarme dormida.Mamá un día se descuido, fue cuando entre a su cuarto y saque unos aritos de oro de un cajón. Cuando llego, dijo que saldría con el novio y comenzó a vestirse, ponerse linda. En un momento pude escuchar ese berrinche que hacen los grandes cuando no encuentran algo. Busco por los lugares mas extraños de la casa, hasta abrió dos veces la heladera. Por fin me pregunto a mí. Le sonreí (Aunque estaba desesperada por recuperar a Lulú) y le dije que los aritos desaparecieron así nomás. Me miro enojada, a los segundos se dio vuelta y se fue. Pensé que con eso las cosas volverían a la normalidad, pero no fue así. A la tarde siguiente iba a dibujar algo, los crayones no estaban en su lugar. Desordene todo mi cuarto, pero ningún rastro de los crayones.  Desde la cocina escuche la voz de mamá “Los crayones desaparecieron” dijo mientras cocinaba las milanesas con papas fritas. Me mordí los labios, la cosa no termino. No fue fácil, pero pude “desaparecerle” a mamá unos anillos que el novio le regalo hace un tiempo atrás. Esta vez ella no pregunto nada, sabía muy bien que les paso a los anillos. Así seguimos viviendo en casa, haciendo desaparecer nuestras cosas, ninguna de las dos reclamaba lo desaparecido. Era la otra, la que tenía que rendirse y suplicar por lo perdido. Fue una tarde-noche, cuando paso lo peor, el libro de cuentos de Demian Rafasquino , lo que mas quería en este mundo, ya no estaba en su lugar. Ni lo busque, solamente sufrí en silencio mientras pensaba que le podía hacer desaparecer a ella para que todo esto terminara. Tenía que ser algo que ella quisiera mucho. Me hubiera echo desaparecer a mí misma, pero eso me afectaba también. Además ¿Dónde me podía esconder en esta casa tan chiquita? No sabia que podía ser, mi cabeza tampoco. Hasta llegue a pedirle a Dios en alguna oración que me ayudara, y parece que el me escucho. Una noche la puerta estallo, mamá vino corriendo a mi cuarto, me agarro y nos metimos debajo de mi cama. Me cubrió con su cuerpo, me tapo la boca con sus manos que temblaban, mientras lloraba sin hacer ruido. Afuera de mi cuarto se escuchaban gritos, pelea y cosas que se caían al piso rompiéndose. Cuando todo termino, salimos de nuestro escondite. La casa estaba echa un desastre hecha un desastre. Mamá lloraba como una loca, yendo de acá para allá, para después sentarse en el piso y seguir llorando sin decir nada. Lo busque por todas partes, pero no estaba. El novio había desaparecido. ¿Dios, que fue lo que hice?  ¿Fin? Jamás…

Tiemblen, humanos. La era del escarabajo llegara pronto.

=/

No se explicar como me siento, depende del segundo. Hay segundos que necesito ese deseo de explotar en llantos y abrazarme desesperadamente a alguien, despues no. Me vuelvo como una piedra.

Caída:
Un hombre y una mujer caían desde el cielo juntos, con solo un paracaídas
-Tomá –Dice la mujer y le pasa el paracaídas –Sin vos no puedo vivir
El lo rechaza- Yo tampoco puedo vivir sin vos –y le devuelve lo que ella le dio
Los dos se miran, se sonríen. Se besan y hacen el amor hasta llegar al suelo.

Gracias....

Su libertad es una metafora de mi soledad...

Cosas así solía escribir cuando era un joven enamorado. También cosas como esta:

¿Como te demuestro que...
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¿Como te demuestro que necesito de tus abrazos, besos, caricias y mimos?
¿Como te demuestro que me gustas, que te quiero, que te amo?
¿Como te demuestro que sin vos el sol se apaga, las estrellas no brillan, la luna no sale, que todo lo que es bello en este mundo va perdiendo su encanto?
¿Como te demuestro que sos la inspiracion en cada punto y coma. En cada letras, palabra y oracion de todo lo que escribo?
¿Como te demuestro que simplemente te quiero a mi lado, que me hace bien verte reir y sonreir?




TE QUIERO, ME GUSTAS, TE AMO

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Menso mal que esa etapa de mi vida queda ahora lejos xD.
Solo lo encontre limpiando unos cajones sucios y olvidados de mi escritorio. Dios... que ganas de golpear a ese Ale que tengo xD

NOs Leemos che

Desde que estoy conmigo, no puedo aceptar que el mundo es mundo y nada más. No me entra en la cabeza, por ejemplo, que los conejos son criaturas que viven simplemente, se alimentan de vegetales,  se multiplican, y mueren en paz (si es que un zorro no los agarra antes). Un conejo para mí, es una criatura que planifica con los demás conejos, como entrar en la casa del granjero, amordazar a su perro “Destructor” y tomar todas las cosas que puedan de la cocina. Y así con todo lo que este vivo o no en este delirante planeta tierra.

Ya cuándo era pequeño, me la pasaba buscando a Drácula o a cualquier otra criatura por la casa. Era cuestión de todos los días imaginar complots de las almohadas y almohadones para asesinarnos a los que vivíamos en la casa y apoderarse de ella. Tendría un sin fin de ejemplos. A lo que quiero llegar es a demostrar que aburrido sería este mundo, y mi vida, si todo es como es. Yo para vivir tengo la necesidad de creer en la existencia de un masivo delirio: donde los escarbadientes adoren a una mano que solo los usa para destruirlos y cuando ellos se enteran simplemente se resignan a su destino, vasos que asesinan a otros vasos, sillas que son terribles celosas, libros que meten a sus lectores en las historian que tienen, inspiraciones que se materializan en forma de mujer y que llora al ser maltratada por el escritor pero con un final feliz donde se besan. Hablando de escritor, el otro día leí un cuento genial: Todas las letras de un escrito, por ser anarquistas o rebeldes, se niegan a permanecer en la posición que el escritor les da en la hoja. Cambian de lugar y deforman el texto por completo. El escritor al otro día se trastorna al ver todo su texto cambiado y molesto como nadie vuelve a reacomodar lo escrito. A la noche las letras vuelven a cambiar de lugar y el escritor de día vuelve a acomodarlas, así por unas cuantas jornadas mas. Hasta que una noche, las letras ya cansadas, deciden poner punto final a todo este manoseo del humano. A la mañana, la policía no tiene ni la más pálida idea de cómo o quien asesino al infeliz escritor. Simplemente GENIAL. Si yo no puedo creer en un mundo así ¿Para qué vivir? Pero por suerte sé que hay todo un mundo “mágico” que muchísimas personas no ven y yo tengo la grandiosa suerte de podes disfrutar.

Muchas veces, yo mismo imagino a mis personajes, no como humanos, sino como criaturas o monstruos deformes. Tal vez sea por eso que nunca hago una descripción física de los personajes de mis historias (bah, “nunca”, a veces solo resalto un color de pelo, una forma de ojo o de boca, etc), disfruto mucho haciendo eso. También me gusta que Uds., los que me leen, se imaginen como quieren a los personajes.

Otra cosa que disfruto es escribir sobre los antihéroes, yo mismo me considero uno de ellos. Odio a los clásicos héroes, donde dejan todo para salvar a la princesa del dragón. Matan a la bestia escamosa y se casan con la mujer que rescataron. Yo no haría eso, propondría un trato con el dragón; yo no lo mato, pero que me deje una noche de lujuria con la princesa, después de eso, que la bestia haga lo que quiera con la bella noble. Yo me casaría con la primera campesina que me guiñase un ojo y viviríamos felices porque vendería mi armadura en un buen precio y cambiaria al noble corcel por un par de ovejas para criar (o gallinas y patos si fuera posible).

Antes de despedirme, quería agradecer a los pocos que me molestaron para que vuelva a escribir en el blog, la abstinencia me hacia muy mal. Por eso me paro y los aplaudo. Con mucha alegría les digo: Gracias.

Se viene un parate, pero con un gran futuro

Estoy tristemente alegre, creo que meterme en este taller de escritura fue lo mas importante que hice por mi en estos veinte años que estoy conmigo. En solo tres clases aprendi todo lo mucho que me falta y gracias a eso, sin contar el esfuerzo que voy a hacer, creo que puedo mejorar muchisimo. Estoy un poco bajoneado pero no importa, por ahora decidi no subir mas mis cuentos o relatos, me da demasiada verguenza que vean mis errores o mis faltas (sin contar mis horrores de ortografia y gramatica), pero estoy contento, la vagancia creo que me va a dar una tregua, se dio cuenta que esto es lo que quiero hacer, dejar de ser un pibe que escribe para convertirme en un escritor.

Por ahora no tengo nada mas que decir... sepan disculper...

Hasta pronto, bahh... me veran comentando en los blogs que me gustan leer xD

Señoras y señores, los dejo.... tengo que perseguir un sueño ^_^

Cuadrilátero

Ya a esa altura de la pelea no veía muy bien, los dos últimos golpes, que entraron directo a mi cabeza, me habían jodido bastante, vaya si lo hicieron. Jorge desde la esquina me gritaba desesperado, pero no había tiempo de escucharlo y mucho menos de hacer lo que me pedía con tanta urgencia. Ya no reconocía al publico, y eso que mi hijo Agustín estaba en uno de los asientos mas cercanos al cuadrilátero, en las tribunas solo reconocía una maza de donde sobresalían cabezas y brazos con puños abiertos o cerrados, rugiendo de un modo que harían sentir como un ratón al mismísimo rey de la selva.

No se si era por esa altura que llevaba ya el combate, donde ambos habíamos recibido golpes que hacían llorar a nuestras viejas a moco tendido o por que dios quería hacerse el chistoso, pero yo podía escuchar, y estoy segurísimo que el también podía escucharlo, un tango de Homero Manzi. Uno que era acompañado por el baile de nuestros pies que se movían a su compás y un intercambio de golpes que nos brindábamos que seguía fiel al dos por cuatro y siempre escuchábamos, tal vez con un poco de miedo, a la maza rugir reclamando sangre. Yo ya no peleaba por el honor, por la plata o por el titulo que no estábamos disputando con aquel desgraciado, al principio si lo hacia, pero con le recorrer de los rounds, que yo ya había perdido la cuenta de los que habían pasado, el horror y el dolor de aquella batalla épica, si me permiten llamarla así, me fue dando la idea de querer terminar con todo eso e irme a mi casa con mi familia y el perro. Encima ese hijo de puta que golpeaba como si tuviera cemento en las manos. En un momento pude tirarlo contra las cuerdas, el tango se hacia mas rápido y violento que se mezclaba con el rugir de la maza, con fuerza iba tanteando en el estomago para luego descargar con todo lo que tenia o me quedaba en su cabeza, el se cubría y me tiraba algunos golpes para tratar de sacarme de encima y que pudiera salir de esa situación, pero casi siempre me conseguía cubrir. No se si fue por el frenesí de la contienda o por que me descuide como buen pelotudo, pero en una de esas levante demasiado el brazo derecho, para un boxeador de la media no hubiera sido nada, pero el era un boxeador natural y supo aprovechar su oportunidad. Antes que pudiera reponerme de mi error pude sentir con rigor como el guante izquierdo impactaba brutalmente en mi hígado, como una semana meando sangre, yo que retrocedí para atrás a causa del dolor y intentándome cubrir sobre un posible contra-ataque. Jorge ya no me gritaba nada, imaginando el final. Pero todo fue inútil, el después de recuperarse de mi ataque contra las cuerdas agito un poco la cabeza y se lanzo como un cazador ante una presa herida y ni te podes imaginar como cobre. No alcanzaba a cubrirme, siempre mi mano llegaba unos segundos después que la suya, así por un corto tiempo que para mi fue toda una vida, ahí todo se volvió nebuloso, solo veía una mancha que me golpeaba y la maza que bramaba como nunca antes en toda la pelea. Cerré los ojos y sentí como me tambaleaba y después chocaba contra algo duro, comencé a sonreír y pensar en mi familia y escuchar el final de aquel tango que se mezclaba con el ruido infernal de la maza.

¿Un golpe a la vagancia?

El miércoles pasado comencé a cursar en un taller literario, hacia tiempo que venia buscando uno sin ningún éxito. Ya de entrada el asunto me gusto, tuvimos una lectura interesante en uno de los cuentos e Roberto Arlt (foto) y una charla divertida. Pero lo mas importante es que el profesor ya nos dio consignas (o disparadores) para escribir y llevarlo la semana que viene al taller. Y para paranoia de mi vagancia…. Estoy escribiendo! No digo que este sacándole chispas a la maquina de escribir, pero a un ritmo bastante bueno comparando como era antes ^_^. Asi que si todo sale como espero, supongo que este blog va a tener mas cuentos xD.
Estoy contento también por otro punto encantador, me puse al día con mis discos de música! Al fin puedo decir orgulloso «Escuche todos los cds que tengo».
Extrañamente todo esta saliendo bien, bah… Tigre sigue empatando y creo que estoy resfriado xD Maldita lluvia que me agarro en el estadio con remerita xD.

Bue.. era eso solamente… Nos Leemos che!

Sueño

Sueño

Enso no pudo seguir durmiendo, los dedos de Anabel jugaban animadamente en su espalda y ya le parecía un poco inútil tratar de dormir entre esas sabanas blancas. Recordó entre sonrisas mientras miraba como anabel prendía un cigarrillo que aquella noche después de emborracharse con cerveza u vodka habían echo el amor hasta quedarse dormidos y acurrucados como esas cursis parejas francesas de películas malas. Todavía se encontraba cansado pero en vez de volver a dormir tanteo un poco la mesita de luz en busca de un pucho salvador y un encendedor, mientras anabel recorría la casa desnuda y a los insultos en alto volumen. Se quejaba de algo como que no encontraba las pinturas acrílicas y justo ahora que se le había ocurrido una idea genial para la tapa del libro de Don Hernández  que debía entregar en unos cuantos días. Mientras que acababa el cigarrillo en su boca se divertía ver a Anabel pasaba de jaca para allá siempre desnuda, cada vez con mas frasquitos de pintura en sus brazos que iba encontrando en cualquier rincón de la casa. Ella se sorprendió mucho al encontrar el rojo de cadmio en la cocina y nunca se pregunto, o a Enso, como pudo hallar el verde de musgo en el baño, al lado del inodoro. Solamente se limito a agarrarlo y seguir buscando colores. Enso se levanto de la cama y fue para la cocina preparar un poco de café, toda la actividad de anoche lo tenia agotado, sin contar que debían ser como las nueve o diez de la mañana, y por eso la necesidad de un poco de aquella bebida negro bien caliente con un poco de azúcar. Mientras que sentado en la mesa ratona decidió descansar un poco los ojos.

Fabián los abrió y miro aquel techo blanco en pena oscuridad, lanzo un solo insulto que sonaba mas a lastima que a queja. Otra vez aquel sueño, otra vez al lado de aquella desconocida mujer que ahí la trataba con tanta familiaridad y que tanto parece en apariencia conocer. Pero jaca en el mundo real se encontraba solo, hacia mucho tiempo que se había peleado con Claudia, unos tres o cuatro años, y nunca pudo conocer a otra mujer para reemplazar el amor que había perdido. Con tristeza dejo la cama, ese sueño que se repetía cada dos por tres lo tenia muy contento cuando dormía pero era un terrible dolor para el alma cuando se despertaba y se encontraba solo y sin esa tal mujer llamada Anabel, aquella que en fantasías lo despertaba con mimos, con besos o el mismo se despertaba con ella abrazada. Pero se sentía tan solo cuando abría los ojos y tan solo veía el techo blanco con algunas pequeñas marcas de humedad de su habitación de tres por tres en una pensión perdida por aquel barrio de Victoria. Mientras se bañaba sin perder el tiempo masticaba entre dientes una factura, el trabajo quedaba en Floresta y por dormir media hora mas tenia que pagar con desayunar mal y bañarse peor. Mientras el duro viento del invierno golpeaba su rostro descubierto trataba de no pensar en ese sueño que tantas veces tenia, ya sabia que era al pedo hacerse mala sangre por fantasías como tantas lagrimas había derramado preguntándose por que lo ficticio no era real y viceversa. Contaba las monedas cuando le faltaban unos pocos metros para llegar a la parada del colectivo que lo iba a llevar por panamericana hasta meterse y perderse por las calles de la capital del país y ahí dejarlo a cinco cuadras de su trabajo. Sonrió un poco, si sus cuentas no le fallaban (que nunca lo hacían) podía comprarse un café con algún vendedor ambulante de Floresta. El sueño poco a poco le iba ganando centímetros de su cuerpo, se apoyo contra un palo de luz para poder descansar un poco. Ayer como otras tantas noches no había podido dormir bien, pero no le importaba, cualquier costo era bajo al pagar para ver a Melina Falagan en una de sus fabulosas películas que siempre parecía que se iba a terminar con su corazón roto pero al final, y siempre al final, el galán de turno hacia su aparición detrás de una puerta, la besaba, le hacia todo lo que un hombre le hacia a una mujer (y mas una como Melina Falagan) y un bello fin. Dios, que hermosa que era esa mujer, pero ahora que lo pensaba mejor aquella mujer. Cuando el sueño, que seguía avanzando, le empezaba a ganar los ojos aparecía el colectivo amparador .

-Un peso treinta y cinco, por favor- le dijo al chofer mientras se caía del sueño

Por suerte el colectivo se encontraba con pocas personas encima y no fue difícil encontrar un asiento que diera contra la ventanilla, donde apoyo su cabeza y cerro los ojos esperando descansar la hora y media que tardaba el colectivo en recorrer desde donde subía hasta donde bajaba.

El silbido de la cafetera lo despertó, se encontraba en la cocina y un escalofrió le paso por toda la columna

-Que sueño de mierda- se dijo a si mismo

y así empezó a preparar el café, de vez en cuando le respondía a la distancia a ella que no sabia donde había podido dejar el negro, que quizás lo había dejado en la biblioteca al lado de los libros de Laisaca. Por el silencio que sobrevino después Enso supuso que la desordenada de Anabel había encontrado el color que estaba buscando. Todavía había quedado un poco aturdido por aquel sueño extraño, pero solamente eso fue un sueño y ya estaba. Igual agradeció estar junto a Anabel y no solo como en el sueño ese. Puso un poco de café en dos tasas y le llevo a ella que se encontraba enfrascada en ese dibujo que tanto le había costado pensar, le dio una de las tazas y mientras que de a pocos sorbos iba terminando su café hacia preguntas a Anabel. Ella en un comienzo respondía amablemente, luego un poco molesta ya que ka distraían las ordenes estrictas con los pincelazos que iban de su cerebro hacia sus manos y dejo de responder. Esto no desanimo a Enso que seguía preguntando cosas que se les preguntaba a un estudiante de primer año de Bellas Artes. Y en una de esas preguntas la pintora dio un mal movimiento con su mano y ante su error lo primero que hizo fue bañar de insultos a Enso que miraba como perro regañado y golpeado y la puta que te parió ponete a hacer algo constructivo antes de que te parta la paleta de colores en la cara. Pero Acábela que no es mala se tranquilizo un poco y beso a Enso prometiendo que después que ella terminara la tapa para aquel escritor harían lo que el quisiera, pero que la dejara en paz por un tiempo, ella le avisaría cuando termine. Un poco aburrido miro la biblioteca buscando algo para leer y así gastar un poco el tiempo. Al final se decidió por uno de Isabel Allende, se sirvió un vaso de jugo de manzana y se recostó en la cama mientras leía aquel libro. Poco a poco se fue durmiendo.

-Despertate flaco que se termino el recorrido- Una mano se había posado en su hombro y comenzaba a agitarlo para sacarlo de su sueño. No tuvo tiempo de abrir bien los ojos por que ya se había levantado y caminaba hacia la puerta del colectivo. Se había pasado de su parada pero no erala gran cosa, ahora en vez de caminar cinco cuadras tenia que caminar diez. Pero otra vez ese sueño, para que pensar en eso, tenia que preocuparse en llegar a su trabajo y hacerlo bien, en fin, preocuparse por la vida real. No fue fácil comerse las cargadas de sus compañeros por llegar tarde pero suspiro al enterarse que el jefe todavía no había llegado. así que solo quedaba vestirse en aquella pequeña habitación que intentaba ser un vestuario y rápido ir a su puesto para comenzar a llenar pintura. Como siempre en los frascos de cincuenta centímetros cúbicos iba la pintura que era la decorativa y en los frasquitos de treinta la pintura que servia para tela. La cuestión era tratar de pasar esas siete horas en la fabrica lo mejor posible y no morir de aburrimiento, o al menos hasta la una de la tarde en donde tendría una hora para comer y sacarse un poco la cabeza y el cuerpo del trabajo. Pero aquel día las horas parecían que no pasaban mas hasta que por fin había llegado la hora del almuerzo. Todavía seguía cansado y por momentos se juro no volver a quedarse toda la noche despierto para mirar películas, al menos si al día siguiente tenia que ir a trabajar. Apoyo sus brazos contra la mesa y después la cabeza en ambos brazos y se propuso dormir algo.

La voz de Anabel lo despertó, cuando se ubico bien descubrió que el libro termino en el piso y el vaso en la mesita de luz lleno todavía de jugo. Un poco extrañado por aquel sueño que no le dejaba fantasear con dragones y espadas. Se levanto y estiro un poco su camisa arrugada por el contacto con la cama y el movimiento de el en sueños. Anabel lo seguía llamando, habían pasado unas cuantas horas en la cama. Llego donde era el taller de ella y vio como le mostraba orgullosa la pintura donde una hermosa ciudad se encontraba junto a un lago y en su reflejo se mostraba la misma ciudad pero toda destruida por una guerra o un catástrofe natural. Para festejar aquella obra terminada, saldrían a caminar un poco y perderse por las calles de Victoria, tal vez ir al barcito donde algunas personas cantan temas de cantores de gran éxito o visitar aquella muestra de pintores que mostraban diferentes barrios de Paris con sus pinturas. Subieron al colectivo y se fueron para el museo de Borges que  ubicado en Retiro. Y entre los brazos de Anabel se fue adormilando.

Un compañero del laburo lo levanto y le aviso que la hora del almuerzo termino. El se paro para ir al baño para mojarse la cara, despabilarse un poco y a seguir trabajando nomás.

Chistes, historias, y todas esas cosas que sirven para hacer pasar el tiempo que quedaba en el trabajo, de vez en cuando pensar en ese bendito sueño donde era feliz y cuando se terminaría para dejarlo en paz de una buena vez o al menos se hiciera realidad. Pero no pudo pensar mas, cuando estaba bajando unas escaleras para llegar a la puerta de salida, por distraído o por mala suerte se tropezó y los últimos treinta escalones los bajo chocando su cabeza. Lo ultimo que vio antes de dormirse definitivamente fue como todos sus compañeros lo rodeaban.

Se levanto aun en brazos de Anabel y ella se preocupo por que Enso se había despertado transpirado y con la respiración entrecortada. Irónicamente, para disimular la tensa situación, lo trato como a un niño que se despierta en medio de la noche asustado por que hay un monstruo en su armario que se lo va a comer en cualquier momento, pero luego lo beso y lo tranquilizo. El le contó de aquel sueño que lo venia molestando desde hace un buen tiempo y ella mientras lo tranquilizaba como sabia, con mimos en la espalda, le fue explicando que solo fue un sueño y que no las seguro es que capaz no vuelva nunca mas. así volvió a los brazos de ella para seguir durmiendo mientras recibía un tierno beso en la frente

Un viejo medico le informaba al jefe de la fabrica de pintura que aquel obrero que tuvo el accidente sufrió un gran paquete de fuertes golpes en el cerebro y que entro en un estado de coma bastante complicado, dejando en manos de Dios cuando se levantaría. El jefe se acerco a su empleado que se encontraba dormido con una gran vendaje que le cubría todo el cuero cabelludo y una que otra venda en la cara para cubrir cortes o raspones que se había echo. Pero el jefe notaba algo raro, su empleado se encontraba con una gran sonrisa, de esas que llamaba mucho la atención.

-Bue- dijo entre suspiros –Al menos esta pasando bien en los sueños

Y así dejo la habitación acompañado por el medico.

Dando señales de vida

Por ahora no me mori, asi que por ende voy a dar un poco de noticias sobre mi vida.
En tema de discos vengo bien! aprovechando que mi jefazo se apiado del bolsillo del que les escribe y le tiro unos pesos, me fui volando a una disqueria y me compre: 1)Hermetica: Acido Argentino (la bestia sedienta que ruge por Heavy Metal me pidio comprar este CD) 2)Resistencia Suburbana: Union verdadera (hace rato que venia buscando este cd del grupo reggae mas un poco de rock) 3)El albun verde - Tributo a los Beatles (un cd con algunos temas del cuarteto de liverpool que es tocado por bandas reggae y ska, muy bueno).

Cambiando de tema todavia le sigo dando duro a la coleccion de Agatha Christie del Diario "La Nacion". Por eso tengo de leer por un buen tiempo (buen sintoma).

Otro iten: Estoy escribiendo un cuento que me esta dando trastornos, es lo mas largo que voy escribiendo en mi vida y todavia no parece terner un final, o el final esta ahi y se esconde riendose de mi. Los personas me caen todos mal o al menos hasta ahora, llega momentos en que estoy en frente de mi maquina de escribir y tengo muchos deseos de revolearla contra la pared y que se haga pedazos, luego ir y saltar sobre esos pedazos y quemar las hojas mientras bailo una macumba al ritmo de unos tambores que solo suenan en mi cabeza xD. No se si todo eso es tan asi... solo me estoy desquitando un poco para no explotar en un futuro xD
Lo que si, es que estoy viendo si puedo enganchar a un tipo para que me de clases particulares de Escritura, asi puedo mejorar en mi forma de narrar y como narrar, pero bue, veremos que pasa.

Y bue señoritas.... por ahora eso solo...

Nos Leemos

Pero bue.... aca estoy. Me levante de la cama y me dirigi a una computadora para poder actualizar (hace cuanto que no lo hacia?)

Se me corta el cyber xD subo el cuento y huyo como rata...
Tengo que decir.. que no me gusta mucho.. pero es lo que hay

(Sin nombre, eligan uds. ENSERIO xD)

¿Por qué apareció el? ¿Por qué tuve que tuvo que meterse en el perfecto y feliz mundo que habíamos creado con Celia? ¿Por qué ella se dejo seducir tan ingenuamente por su presencia, dejándome a mi?. A Lucas lo conocimos después de un recital SKA, después que Satélite Kingston (Con sus magníficos temas como “Mensajes”, “Si yo fuera rey” y “Perdimos” entre otros con una gran calidad que jamás volvería a escuchar; sin contar que Alejandro Pribula la descosió en la guitarra, que buena noche) terminara con el evento nos íbamos hacia nuestras casas, pero en un momento nos topamos las dos con una de esas maquinas que dan una lata de Coca-Cola por un par de monedas. Entre besos y caricias había puesto las monedas (con dificulta, ya que Celia no me dejaba por sus mimos que ahora extraño) en la herradura pero la latita no salía. Al principio esperamos pero poco a poco nuestra paciencia nos dejo solas, con lo inconsciente que puede llegar a ser eso. Pasamos de inocentes empujones, donde nuestro contacto con aquella maquina era tímido, luego a meter la mano por el hoyo de donde en teoría tendría que salir la lata y terminamos por patear con furia la maquina sin contar que varias veces la intentamos abrir metiendo palos en los encastres y haciendo palanca con toda la fuerza que nuestros cuerpos nos podían dar pero el resultado era siempre el mismo, las dos terminábamos en el verde césped y la maquina ahí imponente. En un momento llegue a pensar que la muy guacha se estaría riendo para sus adentro de nosotros dos, lo que mas rabia me daba. Hicimos las mil y una pero todo termino en fracasos, golpes para nosotras y la maquina que no nos daba ni la lata ni nuestro dinero. Ya cansada me di por vencida, era tarde hacia frió y tenia ganas de ir a casa. Le insistí a Celia en que nos vayamos, que no valía la pena, que le iba a comprar una gaseosa en cualquier kiosquito que nos crucemos en el camino de vuelta. Pero Ella no quería saber nada «Gloria mi amor, no voy a dejar que una maquina nos gane así tan fácil y de yapa nos robe nuestras monedas» dijo entre sonrisas para mi e insultos para el aparato. Nos quedamos mirando a nuestro impenetrable enemigo pensando en las mas absurdas ideas de cómo salirnos con la victoria. Yo en un momento pensé en tirarlo en medio de la avenida y que un auto o mejor aun un camión hiciera su trabajo o en llevarlo a la casa de una de las dos, ahí con las herramientas adecuadas seria cuestión de tiempo para derrotarlo. Eran ideas estúpidas, pero que mas da. De la nada un ruido, parecía como si alguien nos llamara. Al principio nos asustamos un poco, conocíamos a muy pocas personas y a ninguna de esas personas le gustaba tanto el SKA como para ir a un recital. Al rato apareció un hombre bien parecido de la oscuridad que un farol en mal funcionamiento permitía. Nos saludo amablemente y pregunto si nos podía ayudar con nuestro pequeño enfrentamiento personal con la expendedora, que el caminaba sin rumbo por ahí después de ver una mala película extranjera y nos había visto con este problema que nos ganaba y se nos reía en la cara. Le agradecí pero que no se molestara, ya nos íbamos. En cambio Celia abrió bien grande sus ojos y rió un poco (Cuando creía que la conocía ese significaba una aprobación) El desconocido, por esos momentos no sabíamos que se llamaba Pablo. Observo desconfiado la maquina, viendo como podía encontrar una solución. Yo miraba para todos lados a cada rato cambiaba de postura, tomaba por la manga de la campera a Celia, le decía en susurros que me sentía incomoda y que quería irme a casa. Pero ella me largo una carcajada, me corrió el pelo de la frente. No seas tonta, cuando tengamos la lata en nuestras manos nos vamos y vos me lo vas a agradecer. El pibe la pateo, la golpeo y la pateo en un sin fin de ocasiones, su cara mostraba que dentro de su cabeza todo andaba a mil revoluciones haciendo cálculos y teorías de cómo conseguir la victoria. Al principio esa cara que ponía me causo gracia pero al poco tiempo me aburrido, tenia ganas de irme. El decía cosas graciosas como si quisiera ganarse nuestra amistad o retrasar nuestra impaciencia. El me parecía simpático, tal vez si lo hubiera conocido en otro lugar y en otra hora hubiéramos podido ser grandes amigos pero bue, cosas que pasan. Pero a Celia le caía mas que bien, le contestaba los chistes con mas chistes y se reía exageradamente cuando le tocaba hacerlo, como si siguiera un estúpido guión. Por un momento desvié los ojos de la situación, a pocos metros de nosotros había pasado un Renault 14 que parecía ser el de mi tío Hugo, cosa que no pude averiguar por que un terrible estruendo me sobresalto. Cuando mis ojos volvieron hacia donde tenia que estar aquella maquina solamente encontraron a Pablo retrocediendo y amarrándose la cabeza, incrédulo de lo que había echo. Celia sin perder la mas mínima fracción de segundo se agacho hacia donde había caído la maquina (el fuete impacto de ella contra el suelo logro que el lateral derecho se rompiera y se desangrara en gaseosas y Coca-Cola que salía de las latas rotas) y tomo unas cuantas latas. Yo me encontraba dura como una piedra por todo lo que había pasad, mi cabeza solo pensaba en que nos iban a agarrar, que la noche la terminaríamos en una comisaría de la zona dando explicaciones a un comisario de turno. Solo fue un accidente, nosotros no hicimos nada, que la maquina estaba mal parada contra el piso y así un paquete de mentiras, los «Corre pelotuda corre» de Gloria me sacaron de mis negros pensamientos, no recuerdo o no quiera recordar lo que vivimos en esas diez cuadras que corrimos como salvajes. Diez minutos después ya nos encontrábamos a salvo de todo, Celia repartió las gaseosas mientras reía por que la expendedora (que se había convertido en una de las peores enemigas de Celia) había sufrido un gran daño y por lo que recordaba parecía muy jodido que la pudieran arreglar y así terminaría en un basurero oxidándose hasta el final. Tarde mas de la cuenta en tomarme mi gaseosa, es difícil cuando estas jadeando sin poder recuperarte de una corrida de la gran puta, pero Celia y Pablo ya se encontraban hablando, intercambiando chistes y una que otra pelotudez. Cuando mas o menos me recupere empezo formalmente la presentación ¡Que corrida che! Me llamo Pablo y ustedes? Entre mas sonrisas Celia dijo su nombre y el mío señalándome, me toma de la mano y me besa. También dice que soy su novia. Pablo se sorprende pero lo esconde en una mascara de «Ahh mira vos, me parece perfecto» Esa noche la terminamos comiendo pizza en la Farola de San Isidro, con un poco de faina, cerveza y maní en abundancia, para finalizar aquella extraña noche Pablo nos había invitado a comer helado a una de esas elegantes heladerías del centro de San Isidro, todo muy rico.Nos pasamos los celulares, con promesas de que el nos llamaría para volver a salir alguna noche de estas. Pero para mi desagradable sorpresa Pablo y Celia me acompañaron hasta mi casa y luego el acompañaría a ella a la suya. Proteste con la mirada a Celia, pero solamente se encogía de hombros diciéndome, claro esta sin que Pablo se diera cuenta que no tenia opción, que no podíamos perder la chance de por fin tener un amigo desde que nos habíamos puesto de novias, que solamente teníamos amistades antes de comenzar a salir. No la termine de entender por completo, me parecía una gran estupidez pero cuando a ella se le ponía un capricho en la cabeza no había quien se lo pudiera sacar de la cabeza por lo que agache la cabeza me resigne. Ella me levanto por la pera y me dijo que no sea tonta, me abrazo y nos besamos como a mi me gustaba: Apasionadamente.. así que por culpa de un hombre que no conocimos mas que un par de horas me quede sin la gran frutilla del postre. Solo me quedo masturbarme sola en mi fría cama, recordando la ultima vez que habíamos ido a un telo de Belgrano, Natalia y su novio Clemente nos lo habían recomendado una tarde que matamos a puros mates, donde hicimos el amor como nunca antes lo habíamos echo. Rápido para ir asando a una hermosa lentitud y luego volver a la rapidez a la que tan bien estábamos acostumbradas. Una combinación de suave con pizcas de violencia que nos hacia llegar al orgasmo. Ella que me movía para acá y allá, me agarraba de los pelos y me manipulaba a su gusto. Mientras yo me hundía en gemidos y placer con mas gemidos. Todo era perfecto todo era hermoso. Volví a abrir los ojos para descubrir que solamente me encontraba en mi cuarto sin su presencia, quizás Pablo y Celia... no no, como se me va a ocurrir pensar en algo así.

Los días pasaron y las salidas entre los tres también. Ir al cine a ver unas películas no muy buenas del cine europeo (Italia, España y creo que de Francia también). O ir por ejemplo al río a ver simplemente la luna, fumar por todo lo que no fumábamos en la semana (al diablo cuidarse) y besos extraños con Celia, que cada vez me daba menos con Pablo en frente. Que no me gusta que me veces en frente de el como que lo estamos gozando o algo así, solía poner excusas así o muy parecidas. Yo suspiraba y me sentaba pensando en algunos temas que había escuchado de “Papas ni Pidamos” o clásicos como “The Specials”. La verdad que cada vez hablaba menos con ellos dos que tan bien se comunicaban. Muchas veces me dejaba llevar por el fastidio y el encabronamiento. Celia que me daba unos picos inofensivos (una lastima) que no sea tonta, que no me pusiera mal y huevadas mas. Pero o quería estar con ella a solas ¿Hace cuanto que no estábamos las dos solas? Que se yo. Los Celos me invadían, verlos reír, divertirse, hablar. Agitaba mi cabeza y me insultaba, total esos celos eran justificados ¿o no? no... pero que cosas decía, Celia me ama a mi y solamente a mi. Pero cada vez que salíamos los tres ella se arreglaba como en nuestras pocas salidas importantes (Lujosos bares, casamientos y fiestas de la misma línea de importancia). Ahora que salíamos los tres se vestía muy bien, se llego a poner esos aritos de oro con forma de concha marina que solo uso para el bautismo del hijo de su prima que termino siendo su ahijado, aunque fuéramos a un barcito sucio de barrio donde la música era mala y la cerveza te la servían caliente. En un principio llegue a pensar que se vestía así por mi ¿Por quien mas? Por Pablo ¿Por Pablo? No era posible. Pero parecía. así los celos comenzaron a lastimarme, antes eran dudas, pero ahora me pegaban con un látigo en todo el cuerpo, pero yo no decía nada, solo me los comía y guardaba donde fuera que entraran.

Ella cada vez se encontraba mas ocupada, el nuevo trabajo era mejor que el anterior pero también eran mas horas y menos que podía darme a mi. Vino una temporada donde cultivamos menos besos, abrazos,  mimos y cariños. Pero yo sabia (o mejor dicho “Yo la sentía) la verdad. Un par de llamadas a pablo. ¿Pablo? No querida, pabilito salió hace un rato, si queres llámalo mas tarde o ¿queres que le deje algo dicho? No, no, gracias por todo y ahí me quedaba con el tubo del teléfono entre mis manos mientras se escuchaba el «Tuu tuu tuu» del aparato, intentando no pensar en lo que tan fácil era imaginar.Al comenzar un nuevo día me veía triste, vencida y un poco melancólica, llorándole a los viejos tiempos para que vuelvan a mi y a nosotras, que no se vayan por favor. Hubiera fado todo por que volvamos a pasear como lo hacíamos los domingos a la tarde, donde nos íbamos a la estación de San Isidro del Tren de la Costa, Tomábamos una coca con algunas galletitas o alfajores de chocolate. En el escenario del centro siempre había una que otra banda que tocaba un buen jazz. No era SKA pero nos conformábamos con escuchar trompetas, saxos, trombones que nos daban magia (Los otros instrumentos también nos gustaban pero nada como los de aire) Besos (muchos) y después al río para que anochezca y nos cansábamos un poco de todo. parecía que ya no. No a ir juntas al Tren de la Costa, no a escuchar juntas la banda de jazz, ya no juntas a todo y si con Pablo o en el peor de los casos (que supongo que era el que mas se repetía) ellos dos solos. Aquel domingo sentía un terror de ir al menos sola para no dejarme estar como lo estaba haciendo desde hace unos cuantos días atrás. Pero tenia miedo che, tenia miedo de sentarme en una silla, pedir un café girar la cabeza para ver una mariposa que pasaba muy pocos centímetros de mi cabeza y verlos juntos, Celia y Pablo, riendo, disfrutando, siendo felices y ahí mi suicidio en vida y yo que se.

Solo quedaba aclarar este malentendido, por que tenia que serlo, no podía ser otra cosa. No podía Celia enamorarse de Pablo y mandar a la rechoncha de la madre todo lo nuestro sin ninguna palabra. Tomar el colectivo en una parada (empujar y golpear por la impaciencia el palo que tenia la indicación de que ahí paraba el bondi o insultarlo con los ojos inyectados en lagrimas por que no venia) secarse las lagrimas que se habían juntado. Decirle «Setenta y cinco» al chofer. Sentarse y mas espera todavía. Darse la cabeza contra el respaldo del asiento de adelante cada vez que pensaba en Pablo y Celia. Que no, que no, que no pueden. Ella me ama a mi. Bajarse del colectivo en el momento justo, caminar las tres o cuatro cuadras que me separaban de su casa y comenzar a caminar mas rápido. Necesitaba verla, abrazarla y otra vez empecé a llorar para que luego la automática respuesta de secarme las lagrima. Tocar el timbre de la casa, para que salga Doña Nora. Celia no esta Gloria, pero si queres pasa a su cuarto y espérala supongo yo que no puede tardar mas de una hora. Gracias gracias. Al principio la espera sentada en su cama, luego pase a la silla de su escritorio y así, caminar por su cuarto, de vez en cuando Nora o Carlos venían a hacerme un poco de compañía (se debe haber notado de muy lejos que no estaba bien) y a ofrecerme algo para comer o tomar. Los sanguches no los aceptaba pero si los vasos de gaseosa, se quedaban un rato y se iban, así por un tiempo. Finalmente creo que me quede dormida en su cama por que me despertó y yo que la abrase llorando y contarle todo lo que me pasaba por la cabeza entre lagrimas que saltaban de mi cara para terminar estrellándose en la colcha o en el piso de madera. Me abrazo ( yo sentí que no era un abrazo de amor, de piedad o algo parecido, era mas bien un abrazo de culpa, de saber que se mando una cagada muy fea y alguien sufría como una condenada por eso) Con su voz que parecía que se rompía me decía que no era nada. Que solamente era una novela de desamor que se escribía en mi cabeza. Tal vez que si, que me tenia descuidada pero era por ese maldito nuevo trabajo. Se separo un poco de mi y me beso, pero ya no era lo mismo y todavía lo digo con tristeza que no era lo mismo, y lo se por que abrí los ojos que nunca me había pasado. Baje un poco la mirada y ahí recién me había avivado de que tenia un fino pañuelo rosa que la cubría su delicado cuello. Una manchita me llamaba la atención. Despegue mis labios de su boca, me miro un poco sorprendida y un poco cansado pero no le hice caso. Con miedo fui lentamente acercando mi mano hacia donde estaba la mancha. Ella al darse cuenta intento detenerme, me explico que un bicho un... un... ahora no me acuerdo el nombre raro y difícil de pronunciar la había picado. Yo insistía y un pequeño pero feroz (obviamente disimulado) forcejeo se provoco entre nuestras manos. No es nada, no es nada, decía ella pero mas  me obstinaba a saber que carajo era eso. Finalmente en un descuido de ella pude tironear del pañuelo y ver la mancha. Ahí fue cuando se apago el fuego, cuando mis teorías se convirtieron en leyes. Esa picadura de bicho era nada mas y nada menos que un chupón. Ella comenzó a balbucear estupideces poco creíbles, mentiras y nada mas que malditas mentiras. Comenzó a llorar  y yo me envolvía en un sentimiento de dolor intenso con rabia, quería agarrarla y apretarle el cuello, los ojos. quería que sufriera que me pidiera perdón y clemencia, pero recordé a la Celia del pasado, también comencé a llorar pero no le acepte un abrazo, no quería seguir tolerando tanto daño y no se por que le pregunte por Pablo, por que el asunto ya no me importaba solamente quería irme y no volverla a ver, pero tenia que ver si todo mi hundimiento comenzó por aquel hombre llamado Pablo. así fue nomás, me contó (siempre entre lagrimas que nunca entendía, por que la que tenia que llorar era yo y lo hacia muy bien) que después de que lo conociéramos aquella fatídica noche se besaron cuando se quedaron solos y después comenzaron a salir un par de veces mas hasta que se enamoraron y... pero la calle , ya no quería saber nada mas. Me levante sin verla ni despedirme. Ella solo se quedo mirando las sabanas arrugadas de su cama tal vez pensando en llamar a Pablo, decirle que ya no eramos novias, que todo se fue a la re mierda, llorar y mas llorar. Supongo que Pablo le dirá que iría para la casa a consolarla y todo eso. Me despedí de los padres de Celia como un soldado que se despide de su familia sabiendo que le toco una misión de la que nunca mas va a volver. Con el mismo destino que aquel soldado fui a la farmacia, compre una cajita y fui a casa. tome dos o tres blisters de ese fuerte somnífero y termine de escribir todo esto antes de apagar la luz, el despertador y la radio para irme a dormir.

yo de vuelta!

yo de vuelta!

adivina?:P para los que no me conocen, soy Demian, un amigo de ale:P

como veo que ale tarda mucho es postear su inteligente forma de escribir me he decidido por empuje de ambos a intentar postear uno de mis intentos de escritura...

de paso le salvo las papas a ale que esta muy ocupado con lo de averiguar para hacer cierta revistita literaria ^_^

y bueno sin muchos mas preambulos debido a que este posteo es diferente de todos los que he hecho alguna vez, les muestro:

 

y descascarandome del olvido vuelvo a verlos otra vez.
que sensacion mas verdadera el no poder, el no querer
y mas alla de todo me revuelco en mis silencios
y enfermizo de mis sueños me sonrio mis entierros

mas cuantas dudas me penetran queriendo verla de nuevo
a pesar de saber que no puede salir nada bueno
a pesar de entender que el amor se ha perdido
a pesar de comprender que ya no es parte del destino

mi querida hermosa flor, cuanto extraño tu presencia
mas aun en estos dias que he perdido a conciencia
mi princesa, mi pasion, mi adorada resistencia
quisiera verte de nuevo pero no puedo darme cuenta

de que despues de tanto tiempo, me he vuelto uraño a lo exterior
de que a pesar de los engaños he descubierto el terror
y ahora me exigo monstruoso sobre todo alrededor,
y desespero ardiendo en deseos de ambicion

amenazandome conmigo me he vuelto un angel caido
me he vuelto un dios en lo perfido, lo decaido sin sentido
y me desvelo entre los sueños que despiertan adversidades
deseando, anhelando, algun amor que se compare

y ahora si te dejare seguir, por el tunel sin dolor
liberandote de mi abrazo ensangrentado de pasion
y te deseo y me deseo suerte, en este mundo tan extraño
firmado:
tu monstruo querido...
alguna vez amado.

Una vez soñe que todo me salia bien... pero solo fue un sueño

Y bue... ya me canse, estoy un poco harto de mi pobre actitud, de dejar todo para despues. En estos dias estoy a punto de visitar a una psicologa para que me ayude a combatir mi vagancia... que me recete algunas pastillas... que se yo... algo....

Dejo algo escrito que no termine, quizas no tenga fin, ya que no es para los demas... si no es algo que lo escribo para mi disfrute (existe esa palabra? *risas*). Es algo raro...  espero que no les aburra xD

Elias
Y Elías vive en ese lugar, en esa pension-conventillo donde varias familias y personas pueden alquier una o un conjunto de habitaciones pegadas para formar una casa. Todas las habitaciones daban a un gran patio, en el centro se encontraba un alto arbol de nísperos y a un costado una planta de jazmín (Elias tenia terminantemente prohibido por la dueña del lugar arrancar algun jazmín para Gloria). Ademas vivian los Torres, que se componian por Agustín, gran colectivero del 333, Maria, una ama de casas que hacia unas torta fritas que a Elias lo volvían loco. Y después los pequeños Isabel y Ricardo. Era divertido molestar a Isabel diciendo que se iban a casar, mirar como a la niña de nueve o diez años la cara se le pintaba de rojo de cadmio la cara y se subia al arbol de nísperos, eso significaba que la charla habia terminado. De Ricarno no sabia mucho, por lo que le contaban sus padres siempre estaba de aca para alla con sus amigos del colegio. Que no era apegado mucho a la familia como Isabel. Igual al padre, se queja Maria entre mate y mate que comparte los dos Torres mayores con Elias.
En ese pequeño barrio perdido, en que los pocos que lo conocen discuten entre ellos aireadamente en cualquier bar con café en sus mesas si queda en Buenos Aires o en capital, los lugareños simplemente se rien de esas discusiones o cuando tienen que ir a trabajar fuera del barrio y escuchan la clásica pregunta de sus compañeros de trabajo. En la fabrica donde Elias trabaja hay una botella donde se depositan las apuestas de los que no adivinaron. Aunque esta del lado derecho de la Gral. Paz, lo del lugar no se sienten parte de capital, tampoco de provincia. Viven como en un mundo paralelo metido ahi. Donde los perros parecen hienas y las palomas físicamente intentan imitar (y con mucho éxito) a los buitres de los grandes desiertos. Ahí donde la mayoria de las casas son de a mediados de los cincuenta y casi ninguna de las calles esta asfaltada, todavía los adoquines miran desde su lugar orgullosos de si mismos el cielo, siendo uno de los pocos testigos de cómo pasa el tiempo y cambia las cosas emiferas. Todos se conocen muy bien, por ejemplo que Lorena, una de sus mejores amigas, se muere de amor por Santiago. Que Horacio, el carnicero, todos los domingos a la tarde se va con sus dos hijas a la plaza del centro del barrio a intentar remontar ese condenado barrilete que muy pocas veces tiene ganas de flotar en el cielo. Las viejas no miran con mala cara a los jovenes cuando pasan con sus amigos, simplemente dicen
«Mandale saludos a tu abuela, que hace rato que no la vemos por el bingo. ¿No le paso nada no?» el joven se detiene y apaga ese cigarrillo (al menos alla se sabe muy bien que fumar delante de alguien mayor que no lo hace es una temible falta de respeto, con una sentencia de una o dos semanas de mala mirada por parte de los habitantes del lugar) y entre sonrisas de cortesía y preocupación contesta «Lo que pasa es que esta un poco jodida de los riñones y anda de aca para alla diciendo ay mis riñones ay mis riñones. Pero supongo que en un par de dias volvera al club». Donde los “bohemios del barrio” o al menos asi llaman al grupo de amigos de Elias, se juntan en la casa de cualquiera (siempre se deside un par de dias antes con un somple sorteo) a escuchar a The Specials, Skatalites, Madnes, Skalariak                                     entre otros, escribir, leer a Cortazar y Soriano en todo su esplendor, pintar (tendrían que ver como Elias se pone celoso de los pinceles de Gloria, los maneja con tanta maestría). Todo con mucho Vodka y el doble de cigarrillos, que a pesar de su gran cantidad poco a poco mueren y no hay clemencia de parte de las bocas y pulmones de los que estan es esa habitacion. Siempre hay una mano para cualquiera que la necesite, como aquella vez que Laurita, la hija de Ruben se cayo dormida de lo alto de su cama marinera. Por suerte todos los que estaban cerca reaccionaron rápido (y que también solo se hiciera un golpe), el tio que estaba tomando mates con la madre escucharon el golpe, Ruben salio corriendo para afuera buscando un auto, Elias que prendio el suyo y en una luz ya estaban dentro del hospital. Poco después llego Lorena, con el camisón se vino, con el camisón puesto y con esa cara de recien me levanto no me miren, traia algunas cosas inútiles para la herida. Y bueno che, la desesperación y los nervios hacen que uno meta lo primero que ve en la valija, y siempre son cosas que no necesita o cosas equivocadas: una zapatilla negra y otra roja. El oso de peluche que no era el favorito de la enferma. Un par de pantalones y remeras de su hermana, que obviamente no le entraban. Que no es nada los tranquiliza el medico. Al poco tiempo llega Guillermo, el del video club. Le traigo caramelos a la accidentada. Mas que caramelos hay que traerle el piyama y un poco de ropa dice la madre. Veinticuatro horas en la sala de observación, por las dudas, no quiere corres riesgos al pedo. Y todos los presentes, menos el medico por razones indiscutibles rechaza la invitación, se van a tomar algo al barcito del hospital. Y la noche se hace mas agradable. Café, chocolate y charla, una buena combinación.Elias sabe que cortarse el pelo sin querer escuchar algunas de las anécdotas amorosas de Juaquin es imposible (y tambien arriesgado, NUNCA lastimen el orgullo de un peluquero. Alguna vez Lola salio con notables lagunas en su cabellera). «Que yo cuando era joven ibamos con la muchachada a donde las pibas se juntaban a estudiar...» asi comienza mientras Elias piensa que corte se podria hacer. Piensa en un cambio totalmente diferente. Que todos digan ¿qué te hiciste en el pelo?. Luego, mientras el hombre de las tijeras cuenta como hizo el amor con su novia en la playa sin que nadie se diera cuenta, piensa en hacerce algo llamativo, que se tenga que usar mucho gel y mucho esfuerzo de un peine y el pulso de una habil mano, pero para cuando lo sientan en esa especie de sillon comodo (sostengo que no hay mejor asiento que el de una peluqueria) y Antonio lo mira con cara de ¿cómo te corto? Esos ojos que se le clavan, es enivitalbe que se rasque el pecho, seriamente lo obliga a decir «Lo mismo de siempre». Antonio afimar y sin preocuparse por nada comienza con su trabajo. Tijera, un poco de tintura roja para el pelo, mientras habla de cómo trabajo en la construcción de la iglesia del lugar.Ir con su escarabajo a la casa de Gloria, comprar una flor (mas exactos una Violeta, como la vuelven loca esas) bah... “comprar” ya que cuando llega al puestito de flores del viejo Mateo, a dos cuatras de su Maga-Marea, tiene la mala costumbre de no cobrárselas «¿Cómo te voy a cobrar, piyin?» golpea amistosamente la pera de Elias «Mandale saludos» le deja un par de cigarrilos y vuelvo a su coche, con tres puchos menos pero con una hermosa violeta apoyada suavemente en el asiento del acompañante. En la puerta juegan Rodrigo y sus amigos en las escaleras de la puerta principal de la casa. Cambian figuritas, hacen pelear grandes escarabajos (pero los que se encuentran en la plaza principal, ya que los que están en la plaza Gonzalez son demasiados mansos los pobres, una lastima), o hablan de futbol. Que este año San Lorenzo sale campeon, pero que van a salir campeones que la ultima vez que jugaron con Boca se comieron 7. Que vamos el Rojo carajo. Todos son unos pechos frios, aguante Laferrede. Rodrigo saluda a Elias «Gloria salio, mi viejo la mando a hacer los mandados nocturnos» suspiro y se sento en las escaleras a discutir con los pibes. Apostando con los escarabajos, sus dos pesos se fueron tan rapido como la cabeza del bicho al que le aposto, infeliz, por querer atacar una de las patas de su rival bajo la guardia y su cabeza fue un objetivo facil para las tenasas del otro. Tsk. Dos pesos menos. Promesas con Rodrigo de llevarlo a ver su querido San Lorenzo, ambos son enfermos por el club de Boedo. Gloria llega cargada con bolsas. Veni que te ayudo. Yo puedo sola. Casi se te cae la caja de pure de tomate. Uy cuidado con las pre-pizzas. Besos por aquí, besos por alla., uno que otro mimo pasajero  y un te quiero que los envuelve sin aplastar la caja de hamburguesas. Cena en familia, bah casi, Cecila se fue a la casa de unas amigas, las chicas fashion del barrio. Bifes con pure para todos y en la televisión un Independiente – Lanus que se muere en un dos a dos faltando poco para que termine. Charlas tipicas. ¿Cómo va el laburo en la fabrica?. Bien bien, por suerte y tan bien mala hay grandes pedidos de pintura y estamos corriendo para todos lados para que no se encabrone el jefe. Mira a mi me parece que si la izquierda se uniera podrían hacer una buena campaña, se escucha decir al abuelo por ahí mientras mezcla en su tenedor un poco de pure con carne. Besos con Gloria, el padre pone mala cara pero ya no dice nada, poco a poco se esta acostumbrando. Quien me lo hubiera dicho, parecia ayer cuando le cambiaba los pañales y hoy me anda con un noviecito de pelos rojos, piensa el padre para sus adentros. Helado es el postre ideal, Chocolate con almendras, bananita dolca, frutilla al agua y pistacho. Que no dura ni un respiro, al poco tiempo todos ya se encuentran en sus cosas mientras la madre limpia. Gloria y Elias suben a su cuarto. Solta solta. Que no nos ve nadie. Que pueden subir mis viejos. Pero nadie viene y dormir juntos se les hace placentero.  

Suena el despertador, una lucha perdida por levantarse de la cama comienza y casi de milagro sale victorioso. Mira el calendario. Lunes. Puta madre, hay que ir a trabajar, con lo bien y poco que estaba en la cama che. No hay caso, tengo que dormir mas, dormir mas temprano. Pero Elias sabe que esas promesas son inútiles, que a pesar de que se diga a la mañana que hay que acostarse temprano. El cierra los ojos como siemre, tipo medianoche una de la mañana y no haca caso, cinco-seis horas de sueño por dia. Que no es mucho pero como que mi cuerpo se acostumbro, reniega mientras miera al el espejo o se lo cuenta al diariero. ¿Desayuno? No no... no hay tiempo, el auto esta roto, el tren y el colectivo no esperan a nadie. Bañarse rapido y molestamente mal. Correr a la estación de tren, tratar de no confundirse de anden (para alguien que hace mucho que no usa ese transporte puede ser un terrible problema no saber cual va para Retiro o no). [Continuara]

 

Libros y discos, discos y libros (Y San Lorenzo metido en esa mezcla)

Podría enumerar un montón de cosas que me gustan hacer y que tranquilamente (bah.. no sé si para tanto)  podría dejar por algún objetivo en particular o causa o demostrar algo a alguien (como que puedo ahorrar algo de plata). Podría dejar de tomar alcohol cuando salgo con mis amigos/as. También si quisiera dejaría de fumar mis clásicos tres o cuatro puchos nocturnos de fin de semana. Obviamente podría dejar de consumir eso que me hace bien y la gran mayoría de la sociedad critica y crucifica (todo por propagandas pelotudas junto con tipos hipócritas que salen a las calles a hablar al pedo). Seria tan fácil renunciar a mis caminatas o comprarme uno que otro chocolate. Resumiendo, podría dejar todo lo que me gusta hacer o consumir (menos dejar de ver a mi querido San Lorenzo, pero lo voy a hablar en otro post), todo menos dos cosas: Comprar libros y discos.

Ese es el vicio que me domina, no puedo pasar por una librería o una casa de música sin entrar en una terrible lucha interna entre dos partes; la que quiere entrar y fijarse si hay algo interesante para comprar (que siempre lo hay) y la parte conservadora que no quiere saber nada de entrar a esos lugares y gastarse unos pesos. Y casi siempre gana (o me convence) la parte que quiere entrar para chusmear en esos lugares, mientras que la otra se resigna ofendida a ver que hay para que a los cinco minutos este gritando  para que vea tal disco o libro. No lo puedo evitar, sé que el dicho esta muy usado y gastado pero literalmente me siento “como un niño en una juguetería”

Este gran vicio me tiene siempre en problemas económicos (no se si tanto, pero muchas veces tengo que pedir adelantos en el trabajo para poder viajar, ir a algún recital, salir por ahí o pagar una que otra factura) pero que se le va a hacer, la plata va y viene, gastala antes que se vaya.

No hay nada como entrar a una librería una tarde de semana y ponerse a ver que hay, cuales son las novedades, sacar libros, leer la parte de atrás. Que este no me gusta. Lo devuelvo a su lugar. Opa, este de Osvaldo Soriano no lo tenia. Y dar una vuelta mas por la librería. Mirar las tapas, a veces compro un libro por la tapa (por suerte todavía no me lleve ninguna decepción por el desequilibrio de “Buena tapa con contenido de mierda”). En la casa de música es algo diferente pero el sentimiento es el mismo, apoyarme en el mostrador y pedirle al tipo que atiende a ver si tiene algunos discos que me estuvieron volviendo loco en la semana (En esta semana fue el  ultimo de Skatalites que esta grabado en Buenos Aires ^_^). Preguntar que hay de nuevo en “Ska” y ponerme a ver (es increíble los grandes grupos que conseguí gracias a la pregunta «¿Qué tenés de nuevo en Ska?»). Después me quedo hablando un poco con el tipo, que ya paso a ser casi como un amigo, meter los discos en el bolso (o los libros, depende del caso) y salir nuevamente a la ciudad.Y no puedo contenerme, es demasiada la ansiedad, para colmo todavía faltan muchas cuadras para mi casa. No lo puedo evitar , mientras voy caminando saco del bolso el disco o el libro y lo empiezo a mirar, examino cuidadosamente los dibujos, colores y formas que puede llegar a tener, si es un disco le quito el envoltorio para leer la tapa (que casi siempre es como un mini-libro que cuanta algo del CD, de la banda o huevadas que son entretenidas) hasta llegar a mi casa. Si es un libro lo primero que hago es fijarme cual es la ultima palabra del mismo, no sé bien por que lo hago, pero es una costumbre que mi amigo Gonzalo Medina me contagio, leo las primeras paginas y me quedo disfrutando de la tapa (si esta lo vale).Muchos amigos y compañeros de laburo me dicen que una gran ayuda a mi economía y sin dejar el vicio es comprar discos truchos que valen mucho menos que sus hermanos originales, pero yo no puedo. No me gusta, es como si a esos discos les faltara vida, el alma o un no se que del que se yo. Pero no puedo comprar discos piratas o crearlos desde Internet (Salvo que no pueda encontrar en ningún lado el original, como me esta pasando con el de Asesinos Cereales que tengo el pirata pero apenas consiga el que quiero yo a la copia se la voy a regalar a alguien (quizás Demian o Gonza) pero bue.
Estoy consiente que esto me va a llevar a mi destrucción *Risas* pero todos tenemos nuestros vicios que no podemos dejar, y de alguna forma nos representa ante los demás. Los míos son los libros y discos, los discos y libros (Y todo eso se mezcla con San Lorenzo y amistades).
 

Nos Leemos che

Mamá te quiere

No llores mamita, no llores mas. Deja de estar triste y mostrale a mamá aquella sonrisita que tanto me gustaba, esa misma que me hacia olvidar los dolores en mi cuerpo y que poquito a poquito me la ibas contagiando. Mi amada Mabelita, daría hasta lo que no tengo por sacarte esas lagrimas de tristeza que ensucian con crueldad esa carita tan tuya, tan de ángel. Poder abrazarte y decirte que te quiero, que todo va a estar bien, que tenes una hermosa vida por delante y por suerte en algún tiempo ya no te dolerá mi ausencia, ya que te abras acostumbrado.
¿Vistes ese hombre que este parado cerca de ti? Ese mismo que hace tiempo en el hospital cuando me vinieron a ver a Uds. dos les trajo un gran peluche de oso y ahora esta a tu lado haciendo un gran esfuerzo para no llorar para no apenarte mas de lo que estas. El es Rubén, la persona que mas quiero en este mundo (Después de tu hermana y vos, obviamente). El va a hacer todo lo posible para tomar mi lugar, aunque lo mas posible es que al principio le cueste horrores; quizás no sepa distinguir la ropa de Claudia de la tuya, se confundirá con el echo de que vos te gustan las verduras y tu hermana ni las puede ver (será todo un desconsuelo ver su cara cuando Rubén ponga frente a ella un plato con pollo y una riquísima ensalada de lechuga, tomate, zanahoria y huevo) y así muchos problemas. Pero perdónenlo y ténganle paciencia, es un buen hombre y las quiere un montón.
Mabelita, abraza mucho a Claudia. Ella esta sufriendo mucho mi alejamiento y lo esconde detrás de una mascara de hierro (clásico de la edad) pero esta mal, lo se por que yo la conozco, yo la parí, yo la tuve conmigo y la ame como una madre ama a una hija. Te la encargo mucho.
Espero que me puedas perdonar por esta carga que te deje, por que a partir de ahora vas a tener que dejar de ser una señorita y convertirte en toda una mujer (eso lleva años y vos lo vas a tener que hacer en días) y eso me duele mucho por que no voy a poder ser tu modelo ni te voy a poder ayudar en el camino de la vida, perdón. Demostra que podes seguir adelante en este mundo sin tu mama. Se feliz y siempre recordame con una sonrisa (esa que te conté antes)
Por favor andate de este lugar que no te hace bien, alejate por un tiempo de esta tumba protegida por un ángel que piedra que te provoca el llanto. Este no es tu lugar, tu lugar es en una plaza jugando con tus amigos, en casa con Rubén y Claudia, en cualquier lugar donde tu risita florezca como aquel jazmín que plantamos alguna vez.
Te deja un fuerte beso y un abrazo:
Mamá que te quiere y te extraña.

Cuento nuevo!! ^_^

Bueno... volvi de mis ¿vacaciones? supongo que si. Mucha (quizas demasiada) Arena, mar y caracoles. Mucho alcohol y muchas cosas sin sentido que salia de la boca de todos los presentes. Muchos tuneles echos en la arena (todos terminaron catastroficamente abajo, destuyendo mis sueños de seguirlos por varios metros) Todo mi cuerpecito quemado (es peligroso quedarse dormido de espalda en la playa y sin proteccion). Caminar hasta no poder mas (aunque yo hubiera podido seguir unos cuantos kilometros mas en Mar Del Plata) Santa Clara del Mar, un pueblito para ir en familia, tranquilo y todas esas cosas que hacen descanzar a los que quieran... pero bue... vamos a lo importante

Tengo una pregunta... ¿Por que un ser humano asesinaria de las formas mas extrañas a otros doce? Es que tengo todo pensado para una historia policial oscuro y me falta lo mas importante EL MOTIVO de toda la masacre xD ya pensare... ya pensare...

Vamos con el cuento:

El libro: “...Era obvio que aquellos sujetos tenían que tomar aquel tren que se encontraba descansando en la terminal de Retiro, esperando que subieran los últimos pasajeros para comenzar su  monótono recorrido lineal hacia Tigre. Gómez y Tupone guardaron sus placas que los identificaban como policías-detectives y marcharon con falsa tranquilidad hacia uno de los vagones del tren, el furgón.-Calmate che... ya los vamos a encontrar –Intentaba calmar Gómez a su compañero de casoEl pequeño y casi pelado detective se encontraba apoyado contra una de las ventanas abiertas del furgón, deseando bajarse para poder disfrutar de un buen cigarrillo, su mano izquierda se encontraba acariciando el gatillo de su pistola que estaba en el bolsillo de su sobretodo marrón...”-¿Me podes mostrar tu boleto por el amor de dios? –Ordenaba por tercera o cuarta vez con exasperación el guarda del tren hacia aquella mujer que se encontraba hundida completamente en la lectura de un libro. Como todavía seguía sin prestarle ni las mas mínima y miserable de las atenciones el guarda comenzó a picarle el hombro-¿¡¿Eh?!? ¿¡¿Qué pasa?!? –Pregunto una confundida mujer, miraba el tren como si nunca hubiera subido a la formación, como si se encontrara en su casa y al pestañar se viera en aquel tren-El B-O-L-E-T-O –Gritaba exasperado el guarda del tren, ya se encontraba muy molesto, su trabajo se encontraba atrasado por culpa de aquella mujer que leía un libro de vaya uno a saber-Si... si... –la mujer metió la mano en uno de sus bolsillos y después de esquivar con gran habilidad monedas de diez centavos, papeles de caramelos arrugados y un volante hecho bollito, saco su boleto todo magullado y se lo mostró, un poco avergonzada, al hombre. Este se lo agujereo con aquella maquinita que llevan siempre y  se fue al próximo vagón (sin pedirle los pasajes a los demás pasajeros y diciendo un montón de insultos bien bajito para que nadie pudiera entenderlo). Ella miro por la ventana, se encontraba confundida. No sabia si estaba en Lisandro de la torre o en Belgrano, después de preguntarle a un pibe de pelos rojos vestido con una camisa y un jean se enero un poco incrédula que se encontraba a pocos minutos de llegar a Rivadavia. Pocos minutos después pudo ver como ese chico no le mentía.Se encontraba en el furgón compartiéndolo con muy pocos personas, ella bostezo y volvió a abrir el libro que según en la tapa fue escrito por un tal Marcelo Kai (un total desconocido). Recordó como al principio le parecía muy aburrido, denso. Era solamente una clásica y pesada historia de amor, pero con el transcurso de la trama y de las hojas, la historia tomo una metamorfosis sorprendente. El amor seguía, pero ahora estaba metido dentro de una oscura investigación policial, celos, mas amor, poder y mucho dinero. Toda esa mezcla había sido la supuesta causa por la cual aquella bella mujer (Un cuerpo que era la envidia de la gran mayoría de damas, unos ojos como faroles, una cabellera rubia y un lunar cerca de su labio inferior que volvía locos a todos los hombres) murió con tres apuñaladas en a espalda y una en el cuello. Hacia como veinte o veinticinco paginas que los dos detectives se encontraban en la persecución de dos sospechosos que para no llamar la atención siempre viajaban en tren. En el mismo tren que ella, eso era algo que le atraía mucho de la novela aquella, todo ocurría cerca de donde ella vivía, pasaba su tiempo o trabajaba. Ni un EEUU, España o un rincón lejano de oriente, todo en Buenos Aires San Isidro. Por eso no era raro verla con el libro entre sus manos y seguir con sus pasos los caminos que hacían los personajes. Una vez casi explota en llantos de la emoción cuando se pude sentar en aquel banco de la plaza de Don Bosco donde Gómez tuvo aquella charla con el arrepentido de la supuesta banda de asesinos (y no hablar cuando se quedo mirando seria el río de aquel lugar y con sus ojitos buscaba el lugar donde descansaba aquel arrepentido, ajusticiado por sus molestos y enterados ex-compañeros.Por unos momentos saco la vista de aquel libro, el tren se había parado y ella quería saber en cual de las estaciones se encontraba, Vicente López. Antes que su mente volviera a las hojas con palabras y oraciones noto que al vagón (que ya se encontraba vació a esas horas de la noche) subieron dos personas que se le hacían familiares. No sabia muy bien de donde, pero sentía que de algún lugar los había visto antes. Del club del barrio no, mucho menos del bingo de los martes por la tarde. Quizás de la peluquería, no no... Mira como tienen el pelo, como van a ir a su peluquería, Susi no corta tan mal el pelo che. Quiso acercarse para verlos mejor, para identificarlos con mas juicio de visión, pero se quedo helada, uno de esos dos sujetos que había subido le clavo los ojos y lo único que pudo hacer (además de subirle un frió por las piernas hasta llegarle a la cabeza, recorriendo cada centímetro de su asustado cuerpo) fue desviar la vista, mirar aquel gancho donde se cuelgan las bicis, donde la ultima que lo uso se bajo en la estación Rivadavia. Espero unos segundos, a pesar de que le parecía estúpido sabia que esos sujetos le eran familiares, de que de algún lado los sacaba. Disimuladamente siguió con los ojos a esos hombres que se apoyaron contra la puerta que daba contra las vías (la que nunca abre en el recorrido). Uno de ellos hizo algo que le sorprendió, con su mano derecha formo una clase de pistola y simulo que disparaba al piso. Fue todo para ella, ya sabia de donde conocía a los dos, pero tenia que ser imposible. Abrió temblando el libro y retrocedió unas cuantas paginas de donde ella tenia señalado. Por fin encontró lo que buscaba.“...Gómez lo había visto, al mas peligroso de los secuaces de Filipi, Torres. Era flaco, alto y siempre se peinaba con mucho gel hacia atrás. Se encontraba parado junto a la rockola como esperando algo. Con su mano derecha hizo algo que llamo mucho la atención del detective, como una especia de pistola y comenzó a tirar imaginarios  tiros contra el suelo...”Se quedo helada y miles de hipótesis recorrían sin detenerse en su cabeza, casi se le cae el libro de las manos. No podía ser pero lo era, quizás solo era una infeliz coincidencia, posiblemente aquella era la persona en la que el escritor se baso para crear al asesino de sangre fría llamado Torres. Abrió el libro de nuevo y busco la descripción de Olivetti, el compañero de Torres. Tuvo que hacer un gran esfuerzo para no dejar escapar un chillido de terror. Las características que se mencionaban eran las que ella veía en el otro individuo. Tranquila, no hagas ninguna estupidez, tal vez son actores, si si, actores para la futura película de la novela. Se calmo, pero había algo dentro de ella que no le gustaba, como un no se que del que se yo que le aterraba de todo esto.-Permiso señorita –Una voz le pedía permiso desde atrás. No lo podía creer ese... ese... ese era ¡Gómez! Y el que estaba detrás de el, el que lo seguía fielmente era Tupone (se desilusiono un poco al ver a Gómez, ella se lo imaginaba mas atractivo, un poco menos ojeroso y con menos panza). Si todo esto que estaba pasando delante de sus narices la hubiera dejado mover, lo mas probable es que hubiera huido en la primera estación que el tren se detenga o al menos ir a otro vagón, pero estaba quita, como si la presencia de esos cuatro personajes la ataran al tren. Gómez y Tupone se acercaron a torres y Olivetti. Comenzaron a hablar en voz muy baja, como si no quisieran ser escuchados por nadie mas, en el vagón ya no quedaba nadie mas que ellos y la señora del libro, busco donde puso el señalador, adelanto unas paginas y le costo tragar saliva.“...Los dos detectives ya tenían divisado a sus perseguidos, habían subido a su tren en la ultima estación donde el tren paro. Por suerte para ellos no fueron vistos cuando estos entraron al vagón. Gómez le hizo unas señas a Tupone para que lo siguiera. Solamente una mujer los separaba de aquellas presas que con tantas fuerzas y decepciones habían perseguido-Permiso señorita –Pidió Gómez a aquella mujer que se corrió sin ningún problema...”Quiso llorar, no pudo. Quiso gritar, menos. Quiso huir de ese vagón (por lo que veía todavía faltaba un lindo recorrido hasta la próxima estación, las piernas no le hacían caso. Las ilógicas hipótesis sobre lo que estaba pasando comenzaron a tomar fuerza en su cabeza. Desde que todo esto era una filiación con una de esas cámaras chiquitinas, de esas que inventan los japoneses. Pero faltaba explicar lo de su presencia ahí con la terrible casualidad de una mujer en el libro. Pensó en un sueño, pero el pellizco le dijo con brutalidad que todo eso era real. Tiene que ser algo como una dimensión desconocida. Sea lo que sea no era normal. Y había que salir lo mas rápido posible del furgón de aquel tren que recorría tranquilamente las vías. Conociendo a los personajes de la novela como los conocía (ella suponía, y tan equivocada no estaba, que los hombres que estaban en este tren eran los mismos personajes del libro que ella estaba leyendo). Todo iba a terminar muy mal. Nuevamente abrió el libro, tal vez no podía escuchar lo que hablaban, pero si leerlo.“...-Entrégate che, hace esto mas fácil para todos –Decía Gómez a aquellos malhechores con una increíble tranquilidad.-Gómez querido –Con un tono familiar, como si el detective fuera un primo o un tío le hablaba Torres- Lamentablemente estamos en veredas opuestas y las cosas no pueden ser así de fáciles, unas lastima, una verdadera lastima –Mientras hablaba los cuatro metieron sus manos en sus respectivos bolsillos...”Cerro el libro, intento tomar aire, intento pensar vaya que lo intento pero todo estaba en blanco, nada salía de su cabeza. No era muy difícil  saber para que todos ellos metieron sus manos en el bolsillo. A menos que todos sacaran maracas y papel picado todo iba a terminar a los tiros, y el miedo la abrazo con mucha fuerza, tanto que le impedía leer ese condenado libro. Quien me mando a comprarlo. Mira que tenias para elegir todos los de Soriano, Cortazar y la serie de aquel detective llamado “Demian” que parece muy prometedor en la nueva literatura. Pero no... La señorita agarro el libro poco conocido, ella y sus deseos de leer autores ignotos sin atenerse a las consecuencias, después todo termina así: Una metida en medio de esa novela que era muy probable terminar con una bala entre los ojos antes de poder salir del tren.  Volvió a mirar a los hombres, solamente se miraban,. Como si estuvieran esperando una señal que apareció unos segundos mas tarde, el tren chillo con un sonido grave y Torres se lanzo sobre Gómez. Tupone no pudo hacer nada ante la velocidad de Olivetti que le encajo un terrible golpe en su mandíbula y obligando a su cuerpo a retroceder (mas bien volar) unos cuantos metros por el furgón lejos de Olivetti. Ella se quedo paralizada por el terror que sentía ante ese intercambio de golpes, patadas y de vez en cuando algún que otro cabezazo. “...La única testigo de aquel enfrentamiento no se movía...”  Olivetti después de recibir un golpe de codo que en teoría y en practica le rompió la nariz, saco una 9mm y apunto hacia los detectives-Quietos che –Mientras miraba de reojo como su compañero se levantaba y agitaba su cabeza para recuperarse de un buen golpe y de una dura caída al piso del tren- que no quiero que ninguna mujer se tenga que vestir de negro-Me partís el corazón hermano –Comento molesto GómezElla, que en lo único que pensaba era despertarse de esa pesadilla, no había sido descubierta por los delincuentes-mafiosos-rufianes. Apoyo su espaldad contra una de las paredes del tren, si no fuera por que sus manos bailaban al ritmo de un tembleque abrir ese nefasto libro hubiera sido una pavada. Mas difícil fue leerlo, pero a los al rato se acostumbro al movimiento del libro o posiblemente la situación la obligaba a leer ese libro.“Gómez y Tupone estaban acorralados, ya estaban contando sus últimos minutos en este mundo. Pero algo inesperado los salvo, Olivetti cayo inconsciente al suelo y ambos detectives vieron como una mujer aterrada, la misma que Torres le había pedido permiso para pasar antes, tenia un libro en la mano. Después reducir a Torres fue una...”No puede ser, miro hacia todos lados y ya no había nadie. Eso la transformaba en la única mujer y por ende en la mujer que tenia que golpear a un hombre armado y listo para disparar con el libro que tenia entre sus manos. Pero no, capaz que leyó mal, tal vez se equivoco de hoja, tal vez tal vez... no se tal vez era mejor fijarse otra vez.“...vieron como una mujer aterrada, la misma que Torres le había pedido permiso para pasar antes, tenia un libro en la mano...”Ningún error, ninguna pagina equivocada. Si el libro no se confundía, todavía no lo había echo, aquella mujer que golpeo a Olivetti era ella (siempre y cuando lo hiciera). Dios, que es una locura. Que tiro el libro y me voy a casa como sea. Que dios mío. Debo estar loco. Cerro el libro y lo apretó fuete. Se asomo levemente por donde dos pasajeros tiene la suerte de apoyarse. Podía ver los ojos de Gómez y Tupone que miraban perdidamente a sus agresores. Ahora o nunca. Comenzó a acercarse lentamente hacia las personas que tenia de espaldas. Cada centímetro de su ser se preparaba para una confrontación que jamás esperaba pero que era obligatoria si no quería salir en una bolsa negra de la policía. Solo un par de pasos la separaba de aquel destino que un simple libro le había impuesto sin aceptar ninguna otra palabra en su defensa. Nadie todavía se había percatado de su presencia, solo era cuestión de alzar el libro sobre la cabeza de su victima (después pensó que “victima sonaba muy mal, así que lo llamo “objetivo”) y golpearlo con todas sus fuerzas, como si su vida dependiera de eso (es mas... lo dependía). No se preocupo por el daño que podía causar, el arma era tan gordo como rayuela, además como los viejos libros: a tapa dura. Por lo cual era probable que cayera desmayado (todo ese no le daba confianza, sino por que había leído que el delincuente caería y no se levantaría por un buen rato). Levanto el libro, era increíble como nadie (ni los detectives ni los delincuentes) se daban cuenta que ella estaba atrás levantando un libro para golpear a alguien. Junto fuerzas y tiro para abajo. Paaff y después un Pluff del cuerpo al caer al piso. Gómez y Tupone reducieron casi sin problemas al otro (tal cual estaba escrito) y ella simplemente mirando a Olivetti en el piso con un hilo de baba que le salía por la boca y creaba una laguna en el piso. Su vista se alternaba entre aquel hombre tirado y el libro.-No se preocupe señora, hizo lo correcto –Gómez se la había acercado y le sonreía mientras le mostraba su identificación de policía, no hacia falta ver si esto pasaba en el libro, ella estaba segurísima que si. Le hubiera gustado mucho decir «Ya se que vos y Tupone son de los buenos» pero seria difícil explicar, casi imposible, la existencia del libro, por razones obvias ellos no debían conocer y jamás aceptarían que un libro contarla el destino de todos ellos, salvo ella que lo probo en carne propia. Solo afirmaba con la cabeza a todo lo que los detectives le decían y espero a que el tren se detuviera en la próxima estación, ya había perdido nuevamente la cuenta pero poco importaba. Guardo el libro en el fondo de su bolso, no quería saber nada de el por un tiempo. El tren se detuvo y empezó a caminar por la estación, sintió una voz conocida que la llamaba, la reconoció como la de Gómez. Apresuro su movimiento de piernas, las llamadas hacia ella se intensificaron. La salida estaba a cinco metros, tres metros, un metro unos cuantos pasos. Una mano se apoyo en su hombro derecho y la dio vuelta hacia atrás. Si, era Gómez. Solo pudo decir las primeras silabadas de lo que iba a decir, la mano de la mujer le cruzo la cara como si fuera un látigo (casi con el mismo efecto y daño) y mientras estallaba en llantos y lagrimas le gritaba al policía- DEJAME EN PAZ CGE, DEJAME EN PAZ

Cruzo corriendo la entrada de la estación, no podía controlar sus llantos y nervios. Saco aquel libro de su bolso y camino hasta uno de esos tachos de basura naranja fosforescente, y sin mirarlo, con asco, agarro el libro y lo tiro. Empezó a caminar a gran velocidad, como si aquel objeto la persiguiera pero sintiéndose mas libre de toda esa pesadilla, al cuerno con Torres, al joven Reynoso y todos los personajes de la novela. Se fue caminando por la Avenida Santa Fe pensando que libro se podía comprar, obviamente uno mas seguro y que no expusiera la vida del su lector.

Ya vamos un años...

Un cuatro de enero comence con esto del blog dentro de Blogia, ya habia visto caer proyectos blogeros como si nada (mis blogs no duraban mas de dos semanas, para luego ver la destruccion en mis propias manos)... pero bue... gracias a muchas personas que conocia y a otro tanto que conoci gracias a este blog, aca esta el pequeño. Demostrando que se puede.

Bue... por hoy no pongo mucho,, ya que me las voy picando que mañana tengo que viajar en trem xD

 

 

Nos llemos... gracias