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Alelogia

De azul a rubio.. y proximamente Rojo xD

Bue... para los que no saben la ultima vez que me retoque el pelo lo tenia de azul (foto) xD pero al no ser un color natural con el tiempo se fue destiñiendo (fue groso ver los distintos colores que se iban formando en el pelo xD) hasta quedar rubio oxigenado xD (era divertido ver a una amiga y decirle oxigenada de mierda... ella levanta la ceja y me dice "tengo la misma arma que vos" y cagarnos de risa xD) ehh.. bueno...  ahora viendo que extraño tener aldo delirante (y que no sean mis pensamientos) pense en teñirme de rojo el pelo (y mantenerlo) asi que dentro de una y dos semanas voy a ser la puta colorada del barrio xDxDxD...
Bue.... vamos al cuento?:

El pintor y el gato
Un poco de celeste bahía por acá, unos cuantos golpecitos suaves con un verde ingles claro (una pena que no encontrara ese condenado verde ingles oscuro) un poco mas abajo y unas trazadas de un amarillo dorado mezclado con un poco de blanca de titanio para demostrar donde era que unos leves rayos de luz podían superar la muralla de maleza de las copas de los árboles. Suspiro, apoyo su mano libre en su pera y se quedo contemplando su obra en silencio: Un magnifico paisaje en donde un camino de piedras bajaba y subía, subía y bajaba en el cuerpo desnivelado de la tierra. Como únicos testigos de eso una bandada de árboles; mas bajos o mas altos, gordos, flacos, hermosos, horribles. En fin, de todos los estilos de una misma variedad de árboles que se pueda imaginar, Del otro lado estaba el artista, el creador, dios de ese mundo pintado, que con una mano acariciaba los pelos de su pera y con la otra golpeaba amistosamente el pincel contra la paleta, no le interesaba y/o quizás no escuchaba las quejas de sus armas para pintar. No los escuchaba por que miraba al cuadro, al recién nacido. La mirada con los ojos entrecerrados, con desconfianza a pesar que a simple vista era casi perfecto (“casi” por el simple echo de que la perfección no existe), se fija en las pequeñeces y en rincones donde un ojo inexperto para apreciar como se debe la pintura nunca se fija. Finalmente sonríe y para festejar el trabajo bien echo saca un cigarrillo de la caja que se escondía tímida en una mesa entre los tarritos de pintura de distintos colores, lo prende con satisfacción y disfruta cada pitada, cada aspiración y como ese glorioso humo entraba a sus pulmones.
El no era uno de esos artistas reconocidos, no salía en las tapas de revistas de arte mas famosas del país y del mundo, no venían a su casa y lo entrevistaban como a muchos otros, ni siquiera le pedían autógrafos o que se saque fotos con las personas que se cruzaba con el en la calle. Era un artista oculto entre las sombras, solamente los dueños de las galerías que le compraban sus cuadros (y hasta ahí nomás) sabían quien era el, pero eso no le molestaba. Es mas, eso le agradaba, no le gustaba mucho el contacto con las personas, solamente tenia a su pequeño grupo de amigos/as y nada mas y con eso le bastaba. Con que con solamente vender un cuadra le alcanzara para vivir dos o tres meses en su casita del barrio de Belgrano lo hacia feliz y últimamente estaba vendiendo tres o cuatro cuadros por mes.
Al pasar el segundo mes después de vender el cuadro del camino entre el medio del bosque, el pintor, Walter Perrazo, se encontraba dibujando emocionado, con energías que jamás había puesto en uno de sus cuadros anteriores. Pintaba, daba pinceladas, con sutileza apuñalaba el cuadro con su pincel. se detenía, se paraba, le daba un par de pitadas a su cigarrillo comprobando como le estaba yendo y al notar satisfacción en aquel cuadro seguía (Pintaba, daba pinceladas, Etc...) Hasta que en una ventana de su estudio en donde una rama gruesa pasaba, apareció un gato y se acostó ahí, nunca se va a olvidar de ese gato: Blanco, con ojos amarillos y con mas pelos que cuerpo. Estaba de tal forma que el gato podía ver a Perrazo y al nuevo cuadro. El hombre por alguna extraña razón se sintió orgulloso de que un gato viera su obra, pero todo ese orgullo estallo como un cristal al caerse al piso, el gato comenzó a mover la cabeza de lado a lado como si estuviera diciendo “no”. Perrazo se lo quedo mirando boquiabierto, se lo quedo mirando el tiempo suficiente para que el pucho que tenia en la mano, recién empezado, se consumiera por si solo. Agito su cabeza como si estuviera saliendo de un trance y tiro un par de risas al gato que seguía moviendo la cabeza de ese modo, mirando a Perrazo y de vez en cuando ojeando al cuadro
-Que va a saber un gato de pintura, je –Comento para si mismo, para darse fuerza para seguir con su trabajo y para quitarle importancia a aquel “no” de ese simple gato. Después se detuvo y hizo un gesto de desconcierto- ¿Me estoy preocupando por la opinión de un... gato? –dijo sin entender bien la situación y a su comentario anterior
Poco a poco volvió a meterse en el mundo de su nuevo cuadro y entro de vuelta a la excitación de pintar lo que el creía que era su mejor cuadro y olvido por completo a aquel gato que seguí mirándolo y también al cuadro con el mismo movimiento de cabeza, aburrido y sin nada mejor que hacer que mirar a ese humano pintar en aquel bastidor.
El cuadro iba tomando formar: una pequeña niña que lloraba desconsoladamente con la vista arriba al ver como se le había escapado el globo de sus pequeñas manos, y poco a poco fue tomando colores, en esta tarde se había concentrado en pintar la cara de aquella pobre nena y su aflicción por la perdida de lo que mas querida. Pero todo se detuvo, otra vez volvió a mirar hacia la ventana, quizás con la esperanza que aquel gato se había ido a cazar o a seguir con su vida de vagabundo. Pero no, ahí estaba mirando fijo el cuadro, como si lo estuviera apreciando, Perrazo se quedo cayado se sintió un completo imbecil al ver que todo su cuerpo y alma se quedaba expectante al esperar la critica de aquel animal. Otra desilusión y un nuevo fracaso al querer conquistar al gato con su arte, ya que este después de mirar fijamente el cuadro por unos diez minutos, los diez minutos mas tensos de lo que va la vida de Perrazo, el gato volvía a fijar su vista en el pintor y volvió a decir que “no” con su cabeza o eso era al menos lo que pensaba aquel hombre, que se paro violentamente, arrogando el pincel hacia cualquier rincón de su estudio, y comenzó a lanzar puteadas y maldiciones, gritos e ironías contra aquel felino que seguía moviendo la cara de lado a lado sin importarle lo que aquel humano hacia. Nuevamente volvió en si y se golpeo en la cabeza con su mano- ¿Qué estas haciendo? Es simplemente un gato –Se dijo a si mismo- Es solo eso, un gato que no sabia nada, o que, me vas a decir que un gato sabe mas de arte que el señor Villaverde de la galería de Recoleta –se volvía a decir pero con una tonada a reto con un toque de burla hacia si mismo
Salió apresurado de su taller, sin mirar al gato, y comenzó a caminar rápido por un pasillo hasta llegar a la cocina, sin pensarlo dos veces abrió una de las botellas de whisky mas fuerte que tenia y bebió sin problemas , de un solo jalón, uno doble. Solo era cuestión de dormir y no pensar mas en ese asqueroso animal, quizas después de una siesta ya no lo vuelva a encontrar. No podía dormir, ese condenado gato aparecía incluso en sus sueños. Lo criticaba, se le reía en su cara y despreciaba sus obras, sus mundos. Se levanto de la cama transpirado, ya poco importaba que todo pareciera una pelotudez pero había que ponerle punto final o sentía que iba a volverse completamente loco. Se vistió así a las apuraras y antes de ir para su estudio fue nuevamente a la cocina, agarro la botella de aquel whisky, esta vez no perdió el tiempo sirviéndoselo en un vaso, fue directo al pico de la botella y se quedo ahí por un buen rato. Tiro la botella contra un rincón de la cocina y esta se rompió en mil pedazos como el orgullo de un pintor ante un gato. Camino lo mas rápido que pudo en el pasillo, a pesar que muchas veces se encontraba arrastrándose contra la pared y viendo como todo se movia de su lugar. Después de luchar contra todo llego al estudio, se tapo la cara por que todavía el gato segui ahí y con violencia y torpeza a la vez tomo el cuadro de la niña y se lo mostro al gato
-¿¡Te gusta?! ¿¡Eh?! ¿¡Te gusta?! –movía el cuadro desesperadamente
Pero el gato meneaba la cara de lado a lado, un “tsk” de Perrazo salió y baño de alcohol etílico el cuadro y con un fósforo que usaba para prender sus cigarillos quemo el cuadro, ahora el no podía distinguir si la niña lloraba por perder el globo o por el triste final que ya le golpeaba en la espalda. No se paro a meditar en la perdida y fue rápidamente agarrar otro cuadro que tenia por ahí, hizo lo mismo se lo mostró al gato y le volvió a preguntar si era de su agrado (o eso intentaba decir, ya que por el alcohol que tenia adentro era poco entendible lo que decía) y al ver que el gato movía la cara de lado a lado el cuadro sufría el mismo final, la misma condena. Y así con un montón de cuadros sin terminar que el tenia en su estudio. No lo podía creer, ya se había quedado sin cuadros, la sin razón lo había abrazado completamente y se sentó a dibujar, estaba borracho así que comenzó a hacer líneas inentendibles y figuras mas de un pintor moderno que uno de la vieja escuela. Cuando terminaba el boceto se lo mostraba al gato, pero este seguía con el “no” en su movimiento.
Comenzó a quemar su estudio ¿Para que carajo tener un estudio si no se puede convencer a un gato de que uno pinta bien? Y así se lo quedo mirando, reía, lloraba y así.
Todo ardía, pero a el no le importaba solo se quedaba observando aquel gato que quería arruinarle su segura carrera. De la nada escucho una voz de una nena, si si era una nena y llamaba desesperada a algo que se llamaba “Sr. Flim”, para sorpresa de Perrazo el gato miro para abajo de donde estaba y se bajo de la rama. El pintor se sentó entre lo que quedaba del su estudio y prendió un cigarrillo, pensativo... meditando en la forma en la cual podría conseguir la aprobación de ese demonio y seguir después pintando para los humanos que no sabían nada de arte, nada a comparación de un gato.

2 comentarios

IchiñA -

AlejandrO!!! mola :)
yo solo puedo pintar en la mente, cuando quiero plasmarlo al papel... nunca puedo, solo puedo (a veces) describirlo y escribirlo, pero no es lo mismo!!! :(

aisch!
un besito lindO!

abril -

Bueno y ahora que te digo yo???
Yo suelo pintar, menos de lo que quisiera, eso si, pero como el protagonista de tu relato, pinto para mi, mis casa, mi madre y un puñado de buenos amigos, que consienten colgar en sus lindas paredes, mis cuadros.
Y no quiero mas publico, no lo necesito, por eso si algun dia se asoma a mi ventana un gato, tremenda pedrada que le doy!!!
a mi un minio de poca monta no me roba la inspiracion.
Menos mal que vivo muy alto y aqui no llegan las ramas de los arboles, ja,ja,ja...
Gracias Alejandro, tienes un don escribiendo, que ningun gato/a te lo robe.
Mil besos.