El Armario
En cuestión de minutos vendrán y se llevaran lo poco que queda mi casa o mejor dicho mi ex casa. No quería irme, en ese lugar había transcurrido casi todo mi vida, mi infancia y todo hasta mis actuales 22 años. En esa cocina me quedaba tomando mate y estudiando hasta las 4 de la mañana, en ese escritorio le di creación a formidables mundos de fantasía y en ese cuarto, donde horas antes estaba mi cama, mi biblioteca, póster y demás cosas, es donde pase sufrimientos, alegrías, depresiones y demás yerbas. Pero ya me tenia que ir… El alquiler era demasiado para el unico obreviviente de una familia.
Salí al comedor, y vi por una de las puertas un poco de un armario que estaba en la habitación de huéspedes. “la única cosa que no voy a extrañar de esta casa” me digo a mi mismo en vos fuerte, como si intentara ofender a aquel mueble. Todavía no entendía como podía haber heredado eso de mis padres… me podrían haber dado la bicicleta que le dieron al primo José o el gato que fue a parar a lo de mi abuela «Chola». Desde chiquito ese mueble era la principal causa de mis pesadillas, desde las aterrorizantes historias que me contaban de peque sobre el armario, hasta la desaparición de mascotas que mi mente poco privilegiada de juicio relacionaba con aquel artefacto “demoníaco”. Si fuera por mi, lo hubiera quemado hace años, pero mi hermano, que en paz descanse, lo quería demasiado. Nunca entendía por que, quizas por que a mi me molestaba o por que al tenerlo siempre vació , nunca vi que sacara o pusiera algo ahí, le daba un gran misterio a ese objeto.
”6:30” era lo que decía en mi reloj, “puta… están retrasados los de la mudanza” pensé ofendido. El silencio de una casa semi-vacia me perturbaba… ni siquiera un pucho pasajero me sacaba de mi bola de nervios. No se por que, pero miraba al armario, ahora que lo pensaba… nunca lo había abierto, nunca me le había acercado mucho. Di pasos a el…. “Es estupido que le tenga miedo a un objeto sin vida”, segui avanzando pero con una cautela que me hizo sentir un boludo cualquiera, cuando quize dar un nuevo paso,,, no podía, mis pies no obedecían a mi cerebro, llamenlo locura, paranoia o demencia, pero decidí alejarme y no acercármele jamás en lo que me quedara de vida.
Mi salvación se escucho afuera, el camión de la mudanza había llegado, baje a toda prisa.. y abrí la puerta..
-Saquen todo lo que queda, MENOS EL ARMARIO GRIS GRANDE- dije apenas vi al personal del flete.
Me fui, tenia que ir a visitar amigos… explicarles que no me iria ten lejos… solo un par de cuadras, que seria lo mismo y cosas asi.
”22:30” dice mi reloj cuando me encontraba abriendo la puerta de mi nueva casa, ante el común miedo de lo nuevo abro despacio la puerta
-HORRORRR!!!- Grito…
Ese asqueroso armario es lo primero que vi. Me metí rapido en mi casa, me fui contra una pared y comencé a moverme lentamente hacia donde recordaba donde estaba el teléfono.
Marco –Servicio de mudanzas “Veni que te llevamos”, en que lo puedo ayudar?”
-La puta madre que los pario!! Me trajeron el armario que les pedí que no me lo trajeran
No vale la pena explicar la larga charla que tuve con la que me atendió para explicarle lo que habia pasado (la mudanza del punto “A” al “B”, la orden de no llevar el armario… y el encuentro en mi nuevo hogar con ese desagradable objeto)
-Sr! Según nuestros empleados, no llevaron ningún armario
-Como que no.. si no como….- Silencio, el armario ya no estaba. Corte el teléfono con un miedo mezclado con chifladura.
Di unos pasos hacia atrás… y choco contra la pared, o eso pensaba… comienzo a palpear y me doy cuenta que esta demasiado decorada con líneas y tajos para ser un simple muro. Miro hacia atrás… no creo que haya gritado tanto en mi vida, o que un humano haya escuchado un gritan tan lleno de terror, locura y demencia en su vida.
Me aleje corriendo del armario, me metí en la cocina y comencé a golpearme con las manos la cabeza “No puede ser… no puede ser… no puede ser”
Tarde mas o menos 40 minutos en convencerme de que quizás eso sea una imaginación del cansancio, de los nervios del nuevo hogar, pero por las dudas decidí dormir en la cocina y mas por las dudas cerré la puerta con llave y la luz prendida
Sali de ese cuarto con mucha precaución, para mi alegría el armario no se encontraba en donde había sido nuestro ultimo encuentro. “Fue solo un sueño o algo asi” pensé aliviado. Seguí revisando la casa, quería ver si todo lo que había sido pactado en el contrato había sido respetado, entre a un cuarto que era un 2x2, no sabia bien que podía meter en aquella habitación, quizás las cosas que no use y no tenga ganas de tirar o algo asi… me quede mirando fijamente la esquina mas alejada de la puerta pensando en cual seria el destino de aquel lugar. Volví hacia la puerta, caí al piso amarrándome la cabeza. EL ARMARIO ME TAPABA LA UNICA SALIDA… comencé a llorar de desesperación… el armario abrió un poco sus puertas y un papel salio como una bala que golpeo mi brazo sin daño ninguno hacia mi persona, lei el papel: “NO ME QUERIAS VER MAS POR EL RESTO DE TU VIDA, PERO AHORA SERE LO ULTIMO QUE VEAS”
Me puse en posición fetal contra el suelo… Reia, lloraba, tiraba golpes nerviosos a la nada.
Pensando en despertar en la cocina, o mejor aun, en mi cama.
5 comentarios
Alma -
Vay relato más rynte, jop! da mieeeeeeedo;)
Cuídate, besos y un big abra:
Alma;) (f)
abril -
Parece mentira que un objeto tan inanimado y tramquilito, de para un relato tan rayante.
Mil besos.
Carlos -
che, haceme un favor, cambia eso de página de gornova y pone página de Somelgaster por favor
IchiñA -
espero que lo uses para hacer el bien :)
Un besazO
IchiñA -
Un besaz0